Vino Baltasar Gracián Garnacha Viñas Viejas 2006

Etiqueta: Baltasar Gracián Garnacha Viñas Viejas 2006
Año: 2006
Tipo: Vino Tinto con Crianza (14 meses en barrica)
Variedad: 100% Garnacha
Denominación de Origen: Calatayud
Bodega: San Alejandro
Precio aproximado: 7 euros
Web: www.san-alejandro.com
Ficha web del vino: http://www.san-alejandro.com/fichas/bg-garnacha.php

Probar un vino también puede ser una ocasión de reunión, de celebración, de excusa para sentarse alrededor de una mesa, y disfrutar de la compañía y de conversación.

¡Claro que si!

Si además contábamos con el precedente de la anterior añada, y reconociendo que el listón estaba muy alto, y que a nuestros oídos habían llegado rumores de que esta cosecha que ahora venía a la mesa, como mínimo, estaba a la altura de la anterior, la expectación era máxima.

Si hace unos meses descubrimos los vinos de las Bodegas San Alejandro, a través del excelente Baltasar Gracián Garnacha Viñas Viejas cosecha 2005 (ver aquí nuestro artículo), no queríamos tardar en probar el nuevo Baltasar Gracián Garnacha Viñas Viejas cosecha 2006.

Siendo un tinto crianza lo dejamos “airearse” unos minutos, más que nada impacientes por degustarlo y poder comparar las dos cosechas.

Resbalando sobre la copa, creciendo el color, soltando el aroma, la luz aparece cereza intenso, con borde granate. Aquí la primera diferencia: en el 2005, si bien presentaba casi la misma tonalidad de cereza intenso, el borde se presentaba violáceo, y no granate. Será este el anuncio de las diferencias entre una y otra añada.

Con ansia acercamos el vino a la nariz y un aroma que se manifiesta con viveza, a la par que con nobleza y sencillez. Prevalecen los aromas a frutas maduras, a especias dulces, con toques de café y chocolate. Es patente que en este hay menos madera que en la cosecha del 2005.

Irremediablemente la copa se posa en los labios y el primer sorbo nos deleita desde el primer momento: grato al paladar, sabroso, graso como el 2005, menos especiado y más estructurado, con taninos maduros.

Excelente! Es la conclusión de todos los que estamos en la mesa con la copa cerca de la nariz y con la sonrisa que produce el recuerdo del vino inundando boca y paladar.
Si, un vino así, contribuye a la felicidad cuando uno está a gusto entre la gente que quiere.

Una vez más, nuestra enhorabuena a Yolanda Díaz por la labor al frente de este proyecto, Bodegas San Alejandro, que mantiene la calidad año tras año.

Valoración: 9/10