St. Anton – Austria
Abril 15, 2010 by marylebone
Categoría Austria
Pretendemos cerrar con este post la cantidad ingente de posts que le hemos dedicado a la zona de montaña de Arlberg, en los Alpes austriacos. Hemos pensado que no hay mejor manera que cerrar con el pueblo más emblemático de toda la zona: St. Anton. Dado que pertenecen a la misma zona de ski y se encuentran a escasa distancia, recomendamos leer este post en conjunción con el ya publicado acerca de Lech (ver aquí nuestro artículo). St. Anton, mundialmente famoso por su marcha de après-ski y nocturna, ofrece múltiples opciones de ski, relax, alojamiento y restauración, convirtiéndolo año a año en un referente de deporte y descanso para muchos esquiadores en temporada invernal. No tan pintoresco pero sí más grande que Lech, St. Anton ofrece opciones adaptadas a distintos públicos, siempre enmarcadas en el caché que le ha caracterizado, algo que se deja notar irremisiblemente en los altos precios de todos los servicios y ofertas de todo tipo del citado pueblo.
Localización
Dado que hablamos con bastante detenimiento y detalle en nuestro post sobre Lech (ver aquí nuestro artículo) acerca de las opciones de cómo llegar a la zona, primero por aire y luego por tierra, únicamente haremos un par de comentarios al respecto.
St. Anton cuenta con las mejores infraestructuras de la zona, en parte por la estación de ferrocarril que comunica el pueblo con los principales núcleos de población en el sur de Alemania, este de Suiza y el resto de Austria. Ello la convierte en una de las estaciones a las que resulta más fácil y rápido llegar de toda Europa, pudiendo incluso improvisar un viaje de fin de semana sin ni siquiera requerir un vehículo para los desplazamientos.
En lo que respecta a las comunicaciones en la zona de Arlberg, en particular con otros puntos de interés como Lech, Zug, Stuben o Zurs, las mismas se pueden hacer fácilmente gracias al taxi o al autobús que une dichos puntos de “interés esquiador”.
Qué ver / hacer
St. Anton, al igual que sucedía en el caso de Lech, concentra su atractivo en las opciones de ski, particularmente durante los meses de otoño/invierno, si bien es un pueblo muy apreciado para todo el turista de montaña, el cual aprecia su tranquilidad y belleza durante la primavera y el verano.
El pueblo, tal y como comentábamos, es mucho más grande que Lech sin que ello signifique que sus dimensiones lo conviertan en un monstruo. No es el caso, básicamente por ser un pueblo alargado, ubicado en un valle rodeado por montañas.
El hecho de que sea un pueblo “libre de coches”, al menos en su centro, y que los aparcamientos se encuentren en la carretera principal que lo atraviesa por uno de sus costados, hace que la sensación sea la de un pueblo alpino al uso, nada agobiante y muy agradable, tanto para esquiadores como para visitantes.
Sin llegar a lo pintoresco de Lech, St. Anton cuenta con una mezcla de edificios tradicionales y modernos, siempre respetando una perfecta armonía. Adicionalmente cuenta con las principales infraestructuras de la zona en cuanto a servicios públicos y, al margen de las mismas, con una zona comercial donde se ubican las principales tiendas, fundamentalmente relacionadas con el deporte blanco.
Por lo general, St. Anton se estructura entorno a las 3 zonas de teleféricos que conducen a las montañas: Gampen, Galzig y Rendl, contando en sus alrededores con bares y restaurantes que suelen dar servicio a los esquiadores de día y, posteriormente, aprovechados para après-ski, cena y copas para los más marchosos.
Alrededores
El pueblo cuenta con una especie de barrio anexo – Nasserein – ideal para familias por sus instalaciones y servicios para niños. Adicionalmente y a bastante mayor distancia todo el área de influencia de Lech, con el propio pueblo y su zona alta de Oberlech, así como los mencionados Zug, Zürs y Stuben, atractivos para esquiadores por sus pistas y fuera de pistas así como para otros visitantes por lo pintoresco de dichos pueblos y la belleza de los paisajes que los rodean, en un ambiente puro de montaña.
El esquí en St. Anton – Arlberg
Tal y comentábamos recientemente hemos subido un post donde comentábamos las características principales del esquí en Lech (ver post completo aquí). Por tanto será inevitable que las comparemos en varias ocasiones y quizás nos repitamos más de lo que nos gustaría. St Anton es la estación más conocida de Arlberg, en parte por su buena conexión ferroviaria con ciudades importantes del centro de Europa y en parte por ofrecer una nieve de una calidad extraordinaria. Está muy bien comunicada por carretera con Zurs, Lech y Zug, e incluso es posible llegar esquiando al valle que forman estos tres municipios. Sin embargo, el acceso es complicado y sólo es posible para grandes esquiadores que vayan acompañados de guías locales. El nombre de esta bajada será difícil de olvidar: Gran Descenso de Valluga.
Las comunicaciones son muy buenas y hay servicios públicos de autobús y taxi entre todos los municipios de Arlberg que funcionan de manera muy fluida. Además de estos tres pueblos, luego hay varias pequeñas estaciones que también pertenecen a este gran dominio esquiable: St. Christoph, Stuben, Zug, y Sonnenkopf y que son buenas opciones para dormir en lugares más económicos pudiendo disfrutar del mismo dominio esquiable.
Tal y como decíamos en el artículo de Lech, Arlberg cuenta con 85 remontes mecánicos y 460 Kilómetros de pistas siendo la gran mayoría de ellas, rojas y negras. Además, una gran parte de su dominio esquiable está basado en itinerarios y zonas balizadas por fuera de pistas lo que le hace ser uno de los mejores lugares del mundo para esquiadores expertos. Nos repetimos porque a este respecto hemos notado muchas menos diferencias de las que nos habían dicho a priori entre ambas estaciones. Las dos nos han parecido maravillosas para esquiar fuera de pistas y en ambos casos existe una buena cantidad de pistas azules y rojas para esquiadores intermedios. En general, las instalaciones son muy modernas y en este sentido, sí que nos han parecido algo mejor cuidadas las de Lech aunque sin demasiadas diferencias importantes. La mayoría de los telesillas ofrecen la posibilidad de resguardarse del viento y la nieve gracias a su escudo protector y apenas hay telesquis en las zonas mejores de la estación. Durante nuestra estancia tan sólo encontramos alguna cola digna de mencionar en el Teleférico de Galzig pero va bastante rápido gracias a la gran capacidad de transportar esquiadores de dicho remonte.
La zona de St Anton suele tener peor clima que Lech por la orientación de las montañas y esto permite que la segunda tenga una mejor calidad de nieve. Pero es justo decir que, en nuestra reciente visita, tuvimos una suerte increíble y en una semana completa de esquí, pudimos ver el sol de forma continua durante cinco días seguidos y eso que alternábamos entre ambas estaciones. Además, no apreciamos tanta diferencia en la calidad de nieve como nos habían comentado. En ambos lugares ha sido excelente.
Hablando de esquí propiamente dicho, empezamos por la zona de debutantes que en St Anton es bastante reducida. Se limita a Gampen al que se accede por un telesilla que sale del núcleo principal del municipio y por un telecabina que comienza en Nasserein, lugar que ofrece un parking exterior bastante grande. Desde allí se puede bajar al pueblo por diferentes pistas que son buenas para aprender. Si nos salimos de aquí hay alguna pista azul en Galzig y en Rendl pero sería recomendable ir por estas zonas cuando se llevara esquiando una semana como mínimo, es decir, no para principiantes absolutos.
Los esquiadores de nivel medio y alto disfrutarán más comenzando el día por la zona de Galzig desde donde parten muchas pistas rojas y azules además de algún itinerario sencillo. Muchas pistas son largas y anchas, perfectamente pisadas y seguro que disfrutaréis de un esquí fantástico en esta zona.
Tanto el descenso a St Cristoph como las diferentes pistas que conducen a St Anton, ofrecen pistas sencillas que son ideales para comenzar un día tranquilo. A medida que nos vayamos encontrando bien podemos subir a la zona de Valluga y de Kapall donde las pistas se van complicando un poco más y comienzan a aparecer espectaculares laderas fuera de pista que son las que verdaderamente marcan las diferencias entre St Anton y otras estaciones de esquí europeas. Tal y como comentábamos anteriormente, hay muchas rutas que requieren de los servicios de un guía o monitor, especialmente la bajada de Valluga a Lech pero no es la única bajada que destaca por su complejidad.
Hasta ahora hemos comentado las zonas de Galzig, Valluga, Kapall y Gampen ya que son las principales de la estación y las que mejor están comunicadas. Sin embargo, al otro lado de la carretera principal y por un acceso que es un poco más rollo se puede llegar a la zona de Rendl. Nosotros estuvimos a punto de no conocerla por la pereza que nos daba llegar (unos 10 minutos caminado) y por lo pequeña que parecía en los mapas de pistas. Sin embargo, unos amigos que nos encontramos en St Anton nos insistieron mucho en que fuéramos a conocerla ya que eran pistas muy divertidas e incluso había un descenso de la Copa del Mundo.
Finalmente, nos convencieron y salimos realmente satisfechos. Es cierto que no es una zona muy grande pero hubo bajadas curiosas e incluso laderas pegadas a las pistas con una nieve espectacular nada pisada. Quizás no sea un sitio para pasar un día entero pero tres o cuatro horas sí que merece mucho la pena. El forfait de Arlberg cuesta 43,50 euros diarios e incluye todo el dominio de Arlberg. Luego, hay precios reducidos para debutantes, para niños, largas estancias, etc. Por cierto, hay varios lugares que miden la velocidad de los esquiadores y resulta gracioso saber el ritmo de bajada en las pistas.
El tema de las comidas en las pistas nos gustó más en St Anton que en Lech sin ser ninguna maravilla ninguna de las dos estaciones. Es evidente que en Lech hay una oferta cara y buena en la zona de Oberlech pero mientras se esquía apetece más un bocata o similares y en St Anton nos pareció que había mejor oferta. De hecho hubo un sitio que nos gustó mucho y que os recomendamos especialmente: Ulmer Hütte. A continuación os ofrecemos un video del lugar:
Luego el Valluga Restaurant destaca por la bonita vista del valle y hay otro lugar que estaba muy bien bajando desde Rendl que no recuerdo el nombre pero estaba casi llegando a St Anton por la pista R1. En cualquier caso, siempre están las opciones del Anton Bar, enfrente del teleférico de Galzig, con unas hamburguesas riquísimas o incluso la opción del Mooserwirt (ver post aquí) aunque se haya relacionado más con el mundo del après-ski.
Y para terminar un gran día de esquí en St Anton, hay que acudir sí o sí al sitio que más nos ha impresionado del mundo après-ski de los últimos años. Se llama Mooserwirt y ofrece un ambiente espectacular desde las 4 de la tarde y hasta bien entrada la tarde-noche. Merece la pena que leáis el artículo que recientemente hemos subido sobre este lugar (ver post aquí). Y mucho ojo a la bajada posterior después de las cervezas y/o copas…
Alojamiento
La oferta de alojamiento en St. Anton y alrededores se resume en hoteles de 3, 4 y 5 estrellas, algún que otro Bed & Breakfast y no demasiados apartamentos, dejando bien a las claras el tipo de público – bastante selecto por lo general – que visita la zona. En general y siguiendo la tónica de Lech, la práctica mayoría de hoteles de 4 estrellas y superiores cuentan con muy buenos espacios de piscina y spa, un aliciente más de los alojamientos de la zona.
Vamos a repasar en primer lugar las opciones en hoteles – algunos de ellos cuentan con habitaciones y, adicionalmente, apartamentos – diferenciados por su número de estrellas, para luego pasar a mencionar a alguna opción en apartamentos:
Hoteles de 5 estrellas
Sin duda, el mejor hotel de St. Anton es el Raffl´s St. Antoner Hof, en una posición no tan ideal – en la carretera que cruza el pueblo – pero con unas instalaciones de primera línea, destacando su zona de piscina y spa.
Hoteles de 4 estrellas
El grupo más nutrido de hoteles en St. Anton, todos de precio alto sin llegar a ser prohibitivos. Entre ellos:
Alte Post, en una localización céntrica del pueblo, destaca su bar de après-ski.
Banyan, muy moderno y con una zona destacada de gimnasio y piscina.
Brunnenhof, para los que busquen un hotel romántico con un servicio de restauración destacado. En la zona de St. Jakob, dispone de minibus a pistas.
Post, si uno desea estar en el corazón de la movida y a un paso de los remontes.
Schwarzer Adler, uno de los clásicos en pleno centro del pueblo.
Sporthotel, similar al anterior, con buen restaurante y zona de piscina.
Galzig, igualmente céntrico y muy elegante.
Kertess, en Oberdorf, un poco más alejado, con buen restaurante y piscina.
Hoteles de 3 estrellas
También esta categoría de hoteles cuenta con una amplia representación de establecimientos para aquel que mire un poco más el bolsillo a la hora de escoger alojamiento:
Edelweiss, en el centro del pueblo, cuenta con habitaciones un tanto pequeñas.
Goldenes Kreuz, a mitad de camino a Nasserein, es un hotel cómodo y económico.
Grischuna, ideal para familias, alejado de la movida y muy cercano a los remontes.
Parseierblick, igualmente familiar y cercano a pistas.
Nassereinerhof, de lo mejor en cuanto a calidad-precio se refiere. Establecimiento familiar con buen servicio de restauración y spa.
Montfort, en la calle principal del pueblo, cuenta con habitaciones y apartamentos a precios bastante económicos así como sauna y baño turco.
Los más económico
No muchos pero algún establecimiento económico – para los estándares de la zona – hay en el pueblo. Destacan:
Pepi´s skihotel, moderno, céntrico y con habitaciones amplias.
Almjur, cerca del restaurante-museo “Museum”, próximo a pistas.
Pension Alpenheim, muy básica pero con un desayuno aceptable – es más Bed & Breakfast – y bastante próxima a los remontes de Nasserein.
Apartamentos
Casi todos ellos se sitúan en las afueras del pueblo, fundamentalmente en Nasserein, siendo ejemplo de ello los apartamentos Bachmann y los H Strolz. En St. Anton, Haus Rali y el Hotel Anton ofrecen alojamientos bastante céntricos.
Dónde comer
Sin tener un nivel medio tan alto como Lech, St. Anton ofrece cocina para todos los bolsillos, con unos cuantos restaurantes de primer nivel donde, es justo decirlo, la factura lo refleja. Hemos decidido en nuestro análisis repasar las distintas opciones que ofrece St. Anton, desde los restaurantes más lujosos a aquellos más más económicos, pasando por la mayoría de restaurantes, locales especializados en cocina austriaca donde disfrutar de platos como el Goulash o el Wiener schnitzel.
Empezando por los restaurantes del pueblo:
Los mejores
Sin duda Museum (ver aquí nuestro artículo) se lleva la palma, a nuestro juicio, como el mejor restaurante de la localidad. Sofisticado y elegante, sirve cocina austriaca e internacional, acompañada de una carta de vinos impresionante y en el contexto del museo de la localidad.
El coqueto Sonnbichl y el restaurante Tenne, en Nasserein y para aquellos que prefieran platos a base de pescado, son otras muy buenas opciones.
De cocina austriaca
Fuhrmannstube y Trödlerstube son los dos nombres a tener en cuenta si lo que uno busca es cocina austriaca en cantidades importantes.
De carne
El Steakhouse (ver aquí nuestro artículo), restaurante del Sporthotel, destaca por sus carnes y sus precios medios.
Más “casual” y relajados
Hazienda, en la calle principal del pueblo, sirve cocina variada – carnes, mariscos y pastas – en un ambiente relajado donde comer, bien sentado bien en la barra del bar.
Bodega, siempre con muy buen aforo, sirve tapas variadas
El Hotel Anton cuenta con una parte de restaurante y otra de bar donde disfrutar de comida más o menos sofistica pero, en cualquier caso, a buen precio.
Italianos
Destacan Pomodoro, por sus pizzas, y Dolce Vita por su oferta en cocina italiana de tipo más general.
Aunque ya hemos comentado alguno brevemente en la sección dedicada al ski, resumimos las opciones en montaña, clasificando los restaurantes y cabañas/refugios por zonas:
Galzig
Verwallstube es sin lugar a dudas el mejor y también el más caro de todos los restaurantes en pistas. Destaca por su cocina sofisticada y un servicio de primera línea a precios bastante altos.
Adicionalmente, el anteriormente mencionado Ulmer Hütte, un refugio cercano a la silla de Arlenmähder, con cocina típica de pistas a precios razonables.
Ya de camino al pueblo son varias las opciones, curiosamente en una zona donde se concentran la mayor parte de lugares de après-ski. Un poco más alejado de la misma se encuentra Sennhütte, de lo mejorcito en cuanto a calidad-precio y ubicación se refiere. Adicionalmente y en pleno corazón de la movida, destacan: el archiconocido Mooserwirt (ver aquí nuestro artículo), el cual sirve cocina típicamente austriaca;adicionalmente y con comida muy basada en opciones varias entre cocina austriaca y “fast food“ destacan los Griabli, Heustadl, Krazy Kanguruh y Taps Bar.
St. Christoph
Otro de los mejores restaurantes en la zona de St. Anton es el Hospiz Alm, destacado por su cocina y, sobre todo, por su oferta en vinos, algo que se deja notar en el precio.
Para bolsillos más ajustados el The Arlberg Taja es muy buena alternativa.
Gampen
Rodelalm, la típica cabaña donde se conjuga buena comida con precios relativamente bajos.
Rendl
Esta zona, conocida como ”Rendl Beach”, la playa de St. Anton, por la mayor incidencia del sol en la misma, destaca por varios lugares: Rendl, un self-service sorprendentemente bueno y con una cocina oriental destacable que poder disfrutar dentro o al sol; adicionalmente Bifang-Alm, para especialidades regionales con un muy buen servicio.
Adicionalmente
Si por algo destaca St. Anton es por su marcha, tanto de après-ski como nocturna. La verdad es que dedicamos un post específico a la “madre” del après-ski local – el Mooserwirt (ver aquí nuestro artículo) – así como un post general sobre la marcha en el pueblo y en la montaña (ver aquí nuestro artículo), ambos posts de recomendada lectura.
Conclusión
En definitiva, no tan exclusivo como Lech pero en una tónica similar, St. Anton es un pueblo con más posibilidades para distintos tipos de público. Buenas pistas y fuera de pistas, con distintas zonas de ski a donde apuntar, una oferta en restauración variada y una marcha desde el atardecer al alba son los reclamos de un pueblo que recibe abiertamente al turista, desde el más marchoso al más tranquilo, con ofertas que se adaptan a uno y a otro. Para conocer al menos una vez y, obviamente, esquiando…
Multimedia
Fotos
Todas las fotos del pueblo se pueden ver aquí, en nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil encontrar la información os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (naialor –aquí-, monthy –aquí- y marylebone – aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. En cualquier caso, el álbum de St. Anton está – aquí -.
Acceso a fotografías
- Galería de fotos de St. Anton: Pincha aquí
- Grupo Rincones Secretos en Flickr: Pincha aquí
- Galería personal de monthy: Pincha aquí.
- Galería personal de marylebone: Pincha aquí.
- Galería personal de naialor: Pincha aquí.