Restaurante Hotel Cappella – Colfosco (Italia)

 

El Hotel Cappella es otro ejemplo más del típico hotel que uno puede encontrar en la zona de los Dolomitas, en particular en el pintoresco pueblo de Colfosco, y con ello nos referimos al tipo de hotel que sabe combinar unas buenas y cómodas habitaciones, un centro de “bienestar” más que completo incluyendo piscina climatizada, spa y solarium, y finalmente y lo que en este artículo nos preocupa un buen restaurante donde reponer fuerzas tras una jornada de ski en invierno o tal vez después de un día de montaña en estado puro en otra época del año. Cuidado hasta el mínimo detalle bajo la gestión de la familia Pizzinini tanto el hotel como el restaurante son de corte clásico, con una decoración y un colorido dignos de mención. El restaurante ofrece especialidades típicas de la cocina italiana en general y de la cocina ladina en particular a través de diferentes formulas, a saber, buffet, a la carta y menú degustación, contando con un servicio de primera y un ambiente agradable si bien un tanto avanzado en cuanto a edad se refiere.Habiendo conocido otros hoteles similares en esta zona de los Dolomitas como el Hotel Siriola (ver aquí nuestro artículo sobre el Wine Bar del Hotel Siriola) o el Hotel Posta Zirm (ver aquí nuestro artículo), sin duda el Hotel Cappella se encuentra un punto por encima del resto en cuanto a encanto se refiere. Ubicado en Colfosco, la localidad más alta de Alta Badia, muy cerca de Corvara, nuestro centro de operaciones en particular, goza de un entorno envidiable y sobre todo de unas vistas magníficas – principalmente de parte de la Sella, en pleno resort de Dolomiti Superski – y algo para lo cual el hotel está muy aprovechado en cuanto a terrazas panorámicas, salones, etc. se refiere.

Nuestra llegada al hotel con motivo de una cena se produjo en un día de mucha nieve con lo que la estampa del Hotel Cappella era todavía mas pintoresca. Se trata del típico hotel de postal por el que parece que no ha pasado el tiempo, al menos en su exterior. Una vez que uno entra es un hotel muy acogedor y prueba de ello son sus distintos ambientes, entre otros, un cocktail & piano-bar, un salón de té o una biblioteca con chimenea incluida. Pero sin duda el espacio más representativo es el del restaurante en sí, un espacio abierto únicamente para las cenas si bien existe otro local dentro del hotel, mucho más pequeño, en donde se puede disfrutar de una buena comida.

Volviendo a la cena comentar que nada más entrar en el restaurante uno se hace una buena idea de qué tipo de lugar se trata: música de fondo, un servicio atento desde que uno entra en el mismo y una disposición de mesas que se traduce en pequeños subespacios con un nivel de intimidad más que adecuado, ideales para una buena cena de pareja o grupo en la que poder mantener una conversación agradable.

Pasando a la oferta del restaurante decir que destacan, al margen de sus  fórmulas buffet y sus degustaciones de vinos y quesos que tienen lugar con carácter periódico, dos tipos de posibilidades. Por una parte, un menú a la carta en donde se combinan antipasti, sopas y primeros platos, platos principales y postres; por otra parte un menú degustación que incluye, al margen de un aperitivo y de la posibilidad de acceder a un buffet de ensaladas frescas, una elección de cada uno de los grupos antes mencionados en la carta. Nosotros nos decantamos por este último ya que nos parecía una buena fórmula para probar distintos tipos de platos – las raciones son correctas para una persona – a un precio razonable.

Comenzamos nuestra cena con el aperitivo antes mencionado, unos langostinos en salsa rosa y salmón ahumado para proseguir de inmediato con los antipasti. Nos decantamos todos por el Carpaccio de ternera y parmesano si bien teníamos otras opciones más que apetecibles como los champiñones fritos. Otros antipasti recomendados, incluidos en la carta pero no en el menú, al menos en esta ocasión, son el plato de “speck“, una especie de jamón crudo ahumado, muy típico de la zona, con parmesano y rúcola, el Parfait de Foie Gras con Pan Brioche o el Carpaccio de Ciervo.

En cuanto a las sopas (”Zuppe”), un buen reconstituyente, la opción fue una crema de castañas al “olio di tartufo” para unos y un gazpacho con pepino para otros, ambas opciones muy recomendables con preferencia por la primera por aquello de lo original. Otras buenas opciones son la “Zuppa Goulash” o la “Essenza di coniglio”, una crema de conejo con verduras.

En los primeros platos se empieza a notar una mayor abundancia en cuanto a raciones se refiere y nuestras opciones fueron los “Farfalle con salmone affumicato” y los Espárragos blancos con jamón. En general los primeros platos son a base de pasta, combinada con carnes y verduras, y algún risotto.

Como segundo plato, principal de la comida, la carne es la protagonista y, al margen de ofrecer distintos cortes de ternera, cerdo, cordero o ciervo, preparados de distintas maneras, nosotros escogimos de hecho una brocheta que incluía cerdo, cordero y ciervo. Adicionalmente otro buen plato son los Daditos de Ternera con Arroz Pilav, que también tuvimos el gusto de probar y de los que damos la aprobación.

Para acompañar y como vino escogimos un Rosso di Montalcino, de uva SanGiovanesse, de la Toscana, vino que nos agradó de tal manera que pedimos dos botellas durante nuestra cena. Ni que decir tiene que el vino no está incluido en el menú degustación y se ha de escoger aparte, entre las 300 referencias con las que cuenta el restaurante.

Para finalizar surtido de postres y cafés como colofón a una cena muy agradable que se prolongó por espacio de varias horas. Hablando de tiempo decir que la última reserva no puede realizarse más tarde de las 9 – 9 y cuarto de la noche, algo bastante común en el área – únicamente el cercano Restaurante Salvan (ver aquí nuestro artículo) permite cenar hasta bastante tarde – pero decir que luego no hay ningún tipo de presión por finalizar a una hora específica, algo que se agradece sobremanera.

Por ultimo, la cuenta. Si bien depende del vino, en término medio, tanto el menú degustación como la cena a la carta no suele bajar de los € 70 / persona, quizás en la rama más alta de la zona en cuanto a precios se refiere.

Hemos subido más fotos del Restaurante del Hotel Cappella aquí, nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil de encontrar os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (naialor -aqui-, monthypm -aquí- y marylebone -aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. La carpeta del Restaurante del Hotel Cappella está aquí.

Poco más que añadir más que ratificar que nos pareció un restaurante que cumple de sobra con las expectativas previas que había generado en nosotros por recomendaciones diversas, lecturas en foros, etc. Se trata de un lugar agradable para disfrutar de una cena en grupo y en pareja – el sitio es bastante romántico – y si cabe se puede recomendar alojarse en el hotel y disfrutar de sus maravillosas vistas en este enclave único de la mítica Sella Ronda..

Valoración – 8/10