Restaurante Max – Positano (Italia)

Restaurante Max
 
Lugar: Positano – Italia

Dirección: Via dei Mulini, 22, 84017 Positano (Salerno, Campania) – Italia

Teléfono: +39 089 875056

Web: www.ristorantemax.it

En un reciente y fugaz viaje a la Costa Amalfitana que trataremos en un artículo ad hoc, tuvimos la suerte te poder disfrutar de una cena en un sitio como Positano, el cual si no se conoce, y al cual se llega de noche la primera vez impresiona todavía más. Si la cena tiene lugar en un sitio tan especial y tan distinto como Max la experiencia global es raro que defraude. Positano, junto a Ravello y Amalfi, es uno de los sitios más visitados de la Costa Amalfitana y a fe que su oferta de ocio, alojamiento y restauración está a la altura de lo que se puede esperar. Max es un buen ejemplo de ello. Se trata de un restaurante – galería de arte situado en una de las empinadas callejuelas de Positano, un lugar distinto en donde disfrutar de la buena cocina italiana con gran influencia de la zona a la vez que sentirse rodeado de piezas de arte del del S. XVIII en adelante.Como comentábamos anteriormente nuestra llegada a Positano se produjo en una noche estrellada con un tiempo primaveral pero anticipando ya el verano. La estampa no podía ser mejor y tras tomar la carretera que baja hasta Positano – estrechísima por otra parte – optamos por dejar el coche en uno de los parkings disponibles para recogerlo posteriormente en nuestra vuelta a Sorrento.

No es posible otra opción llegados a un punto puesto que las calles del centro y la zona de la playita no permiten otra cosa que dar un buen paseo por las mismas. Y en una de esas calles se encuentra Max. Se trata de un restaurante no demasiado grande pero sí bastante alargado y con una terraza exterior abierta en los meses de verano cuando el tiempo acompaña. El ambiente es elegante pero relajado y el silencio está más presente que en la mayoría de restaurantes de la zona, quizás influido por la mayoría de parejas que estaban cenando en Max esa noche. Sin embargo, nosotros acudimos al restaurante en un grupo más amplio y para ello nos reservaron una parte del restaurante.

Es curioso verse rodeado de tanta obra de arte – escultura y pintura, básicamente – aunque el mismo mobiliario del restaurante es en sí una obra de arte y transmite una imagen clásica del lugar. Parte de las obras de arte se encuentran a la venta así que incluso para el que no busque la experiencia culinaria puede encontrar refugio en la artística.

En cuanto a la experiencia gastronómica puramente dicha y después de un aperitivo con prosecco y olivas de la zona, comenzamos por una serie de entrantes para compartir, entre los que, sin duda, destacamos la Mozzarella di Bufala, espectacular en esta zona – la Campania – origen de la misma, y la Parmigiana de Melanzane, una especie de berenjenas fritas con queso parmesano fundido.

Posteriormente escogimos un plato cada uno. Si bien yo me decanté por el Pesce al vino, una especie de sargo preparado al vino blanco y con patatas cocidas también tuve ocasión de probar el mismo con salsa de tomates naturales (Pesce al pomodoro) así como la Grigliata di pesce, diversos pescados de la zona peparados a la parrila. Realmente y aunque los pescados son la estrella, la pasta tampoco se debería desdeñar, en particular los rigatoni alla matriciana y sobre todo los Ravioli asparagi e vongole, unos ravioli deliciosos con espárragos y almejas.

Como vino optamos por un blanco de la región que acompañase a los entrantes y al pescado, un Greco di Tufo “Novaserra”, todo un descubrimiento, con sabor afrutado y retrogusto que nos recordaba a las almendras amargas. La verdad es que la bodega es muy rica en cuanto a denominaciones de origen italianas y alguna que otra extranjera pero nos decantamos por aceptar la recomendación local y desde luego no nos equivocamos.

Por último, los postres. Gran decisión haber elegido un mix de postres ya que nos permitió comprobar que todos ellos rayaban a un nivel excepcional: mousses de chocolate y limón, Crème brûlée y en particular las fragoline – unas fresas diminutas – con nata.

La verdad es que no sólo la comida sino también el servicio fue impecable, con 2 camareros siempre pendientes de nuestra mesa. Rematamos la cena con unos buenos cafés italianos y un limoncello, invitación de la casa. El precio rondó los € 60 por persona, acorde a lo selecto del lugar y a la calidad de su comida y su servicio. Si bien nos hubiésemos quedado a disfrutar de una copa preferimos buscar un sitio con más ambiente como el restaurante lounge – club Le Terrazze, todo un referente en Positano, lleno de gente bien que acude a cenar o bien a bailar después de una buena cena. A los pies de la playa y con vistas al mar es el sitio perfecto para cerrar una noche inolvidable, en pareja o en grupo. Volveremos….

Valoración: 8.5 – 10

Comentarios

2 Respuestas to “Restaurante Max – Positano (Italia)”

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Mira lo que otros han dicho de este artículo...
  1. [...] Situado a pocos metros de la Piazza dei Mulini, en el inicio de la zona peatonal. El restaurante es una especie de galería de arte donde se pueden admirar grandes obras e incluso comprar algunas. Sin duda, es el que más nos ha gustado de todos los que hemos estado en la Costa Amalfitana. Una gran calidad en la materia prima, una buena cocina y un servicio que roza la perfección son los tres motivos que nos llevan a pensar así. Hemos subido un artículo completo del restaurante – aquí -. [...]

  2. [...] Max, el sitio en donde nosotros cenamos (ver aquí), una mezcla de restaurante y galería de arte, muy elegante y con una terraza donde comer o cenar [...]