Momo – Amsterdam (Holanda)
Hoy nos toca comentar un restaurante en el que hemos estado recientemente y con motivo de una visita fugaz a Amsterdam. Anexo al Park Hotel, uno de los mejores de la ciudad, Momo ofrece distintas propuestas a lo largo del día, si bien su apuesta principal se centra en una una cocina pan-asiática y fusión con especialidades de distintas cocinas de la zona. Con un bar siempre animado, donde disfrutar de los mejores cocktails y combinados y una clientela joven y sofisticada, el local en sí es esmerado en su diseño y hasta cierto punto vanguardista en una ciudad que presume de ello.
Localización de Momo
En el barrio de los museos de Amsterdam y muy cerca igualmente de la Leidseplein, una de las plazas más emblemáticas de la ciudad holandesa, se ubica Momo, siendo su dirección exacta:
Dirección: Hobbemastraat, 1 – Amsterdam
Teléfono: +31 (0) 20 671 7474
Web: http://www.momo-amsterdam.nl
Ambiente de Momo
Momo se configura en una única planta a ras de suelo, si bien en un espacio bastante amplio con grandes cristaleras que se abren al exterior.
Lo que más llama la atención al entrar es la barra del bar, entorno a la cual se ubican las distintas zonas de mesas que componen el restaurante, si bien la música siempre animada ayuda a que todo el local sea un único espacio integrado.
Igualmente llama la atención el mobiliario, muy de diseño y colorido, combinando mesas de madera, lámparas bajas y sillas de materiales diversos.
La verdad es que puede parecer que en algunas zonas las mesas están demasiado juntas e, incluso, bastante cerca de la barra, lugar siempre atestado de clientes, particularmente a la hora de la cena.
Momo dispone igualmente de un espacio reservado donde celebrar eventos privados para grupos numerosos.
La clientela que visita el restaurante es sofisticada, mayoritariamente juvenil y principalmente atraída por la cocina y el ambiente de Momo.
Carta de Momo
La oferta de Momo en cuanto a cocina se refiere se divide en 3 bloques principales: espacio de bar, restaurante para comer y restaurante para cenar.
El espacio de bar, al margen de unos buenos cocktails y combinados, los cuales se pueden disfrutar durante todo el día, idealmente post-cena, ofrece una cocina ligera que degustar en la propia barra, dentro del contexto asiático que define la misma. Adicionalmente y para los más madrugadores o los que acudan a media-tarde, se ofrece café o té con pastas.
En cuanto al restaurante se refiere y durante la hora de la comida, son los “Bento Box” los que se llevan la palma. Son una especialidad japonesa que incluye sushi, salmón, pato crujiente, bacalao negro con salsa miso o pollo a la brasa con salsa teriyaki, entre otros.
Para la cena las opciones se multiplican, incluyendo alternativas a la carta y menús cerrados. Hablando de la carta en sí, la misma combina una mayoría de platos individuales con raciones pequeñas y otros más grandes que incluso pueden ser compartidos. Si bien la línea general se enmarca dentro de una oferta influida por diversas cocinas asiáticas, se incluyen igualmente otros platos más propios de otras geografías, entre ellas latinoamericanas, configurando una verdadera oferta de cocina fusión.
La variedad es enorme y se puede encontrar desde los mencionados “Small plates”, a los Dim Sum, las ensaladas, los Ceviche y Tiradito, el Sushi y Sashimi, los platos de pescados y mariscos o los platos – eso sí, no demasiados – a base de carne.
Hasta 3 menús cerrados se ofrecen a distintos precios, combinando diversos platos incluidos en el menú, una buena manera de conocer una representación de los distintos bloques que configuran el menú de Momo.
Como comentario final mencionar que los postres son igualmente apetecibles para finalizar una buena cena, eso sí, con un tamaño más aconsejable para ser compartidos.
Nuestra experiencia en Momo
Conocimos Momo en una cena para 2 personas. Si bien era la intención pedir un menú cerrado, la cena finalizó con una combinación de opciones de la carta en sí.
Siendo platos individuales y por persona comenzamos con unas “Thin slices of yellow tail” especie de ceviche a base de jurel con una salsa a base de soja, cilantro y chile.
Continuamos con un Sushi set para compartir, el cual incluía piezas de nagiri, maki y tamago, rellenans de distintos ingredientes.
Proseguimos con una especialidad típicamente japonesa: el bacalao negro con salsa miso, este sí, uno por persona.
Decidimos acabar la cena con un poco de carne, un “Fillet of Beef” por persona y por tanto dar un poco más de consistencia a la cena.
No escogimos postre ya que nos pasamos directamente al bar para degustar unos buenos gin-tonic y dado que, adicionalmente, la cena nos había dejado bastante satisfechos.
Bodega de Momo
La oferta de vinos de Momo destaca por contar con una bodega variada en referencias de distintas zonas si bien las mismas se organizan en la carta según el tipo de vino del que se trate y sus principales atributos, algo que facilita claramente la elección. En concreto nosotros escogimos una botella de “La Montesa”, un Rioja crianza 2007 de las bodegas Palacios Remondo. Los vinos, siguiendo la tónica de la mayoría de buenos restaurantes de la ciudad, son bastante caros.
Sobremesa en Momo
La verdad es que es el lugar de Amsterdam en el que estar, ver y dejarse ver. El lounge-bar está siempre animado si bien se puede empezar a tomar un cocktail o combinado en la propia mesa.
Servicio de Momo
El servicio es quizás uno de los puntos de mejora del restaurante. Se equivocaron cuando no nos entendieron que queríamos una opción de menú, tardaron en deshacer el entuerto y servir el resto de platos sustitutivos del mismo. En fin, un punto que deberían cuidar más en un restaurante de los más punteros y de moda de la ciudad.
Precio
Una comida se suele ir, sin vino, a los € 20 por persona, precio de los Bento Box antes mencionado. Similar precio tiene una comida rápida en el bar. En cuanto a cenas se refiere, los menús oscilan entre los € 43 y los € 53 por persona, vino aparte. Finalmente, una cena a la carta se sitúa en los € 60-70 por persona. En general, tanto el vino como los cocktails y combinados, son bastante caros con lo que la cuenta suele subir considerablemente.
Conclusión
No es claramente un sitio barato pero sí uno de los sitios de referencia de la ciudad. Si uno busca un sitio de moda, con cocina fusión y un buen ambiente durante todo el día y particularmente al caer la noche, Momo es el lugar que no puede fallar en la selección de lugares de la ciudad. Además la calidad de la comida, aunque cara, es bastante alta. Por último y aunque es casi obvio, indispensable reservar para cenar…