Sardo – Londres (Reino Unido)

Nos apetecía por fin hablar de un restaurante en Londres (ver aquí nuestro artículo general sobre la ciudad) alejado de la zona de Chelsea o South Kensington y esta vez lo hemos conseguido. Lo que nos persigue últimamente y nuestros artículos sobre Via Tirso (ver aquí nuestro post) o Sardegna (ver aquí nuestro post) – ambos en Roma – son buena prueba de ello, son los restaurantes sardos. Nuestro protagonista – con Sardo de nombre – es un pequeño local situado en el barrio de Fitzrovia, entre Regent’s Park y la no siempre agradable zona de Tottenham Road / Oxford Street. Con unos propietarios y un servicio venido de la propia isla, la cocina es esencialmente sarda, con toques de temporada y diversas opciones en cuanto a carta y menús se refiere. Más apto para una comida profesional que para una celebración de otro tipo, las opciones de cocina se complementan con una buena carta de vinos de la zona.

Localización

Sardo se encuentra ubicado en las inmediaciones de la parada de metro de Warren Street. Se trata de una zona un poco fea de Londres pese a que no dista mucho de Regent’s Park, encontrándose a caballo entre el mencionado parque y la zona de Tottenham Court Road, justo al final de Oxford Street. El hecho de que se trate de una zona eminentemente ejecutiva – numerosas sedes de empresas de Media y comunicación se encuentran por la zona, al margen de la sede del Banco Santander en la ciudad – justifica su popularidad entre este tipo de clientela, particularmente a la hora de la comida.

Su dirección exacta es:

Dirección: 45, Grafton Way – W1T 5DQ Londres

Teléfono: +44 (0) 207 387 2521

Web: http://www.sardo-restaurant.com/

Ambiente

El restaurante Sardo cuenta con la experiencia y el reconocimiento dado por los años en los que lleva ubicado en esta parte más desconocida de Londres que es el barrio de Fitzrovia. Cuenta con un “hermano” más joven llamado Sardo Canale en la zona de Primrose Hill, una zona ciertamente más atractiva.

Sardo se ubica en un local pequeño pero bien aprovechado. Prácticamente imperceptible desde su exterior si uno no va ad-hoc, el restaurante cuenta sin embargo con bastante luz, algo, por desgracia, no tan común en Londres y algo que se agradece particularmente a la hora de la comida.

Las mesas son de distintos tamaños y formas, fácilmente adaptables dependiendo del número de comensales. La decoración es tradicional, en madera y con motivos, cuadros y fotografías de la isla mediterránea.

Si bien la clientela es fundamentalmente ejecutiva – algo que pudimos percibir en todas nuestras visitas al restaurante – particularmente a la hora de la comida, ello no quiere decir que no haya algún otro local – raro es encontrar a un turista – que escoge y suele repetir en el restaurante cuando la cocina italiana es la preferencia.

Carta

Si bien la web del restaurante da una información bastante precisa y actualizada de la carta y los distintos menús que se ofrecen, diremos que Sardo ofrece alternativas a la carta – con algunas adiciones según temporada del “Menu del Mese” – así como un menú definido particularmente ideado para grupos numerosos.

La cocina sarda es una cocina sana donde la materia prima destaca por encima de todo pero donde, igualmente, sus acompañantes y salsas le dan un sabor muy especial.

Como hemos comentado siempre que un restaurante sardo ha estado bajo nuestra lupa, los pescados son de lo más destacado de la carta, si bien algunas carnes concretas y los quesos, al margen de los dulces, son igualmente recomendables.

La carta en sí no es muy larga y, a las 3 o 4 especialidades del mes, ofrece entrantes – carpaccios y pescados fundamentalmente – así como principales, bien a base de pasta, bien carnes y, sobre todo, pescados.

Por encima de todo y es algo que recomendamos particularmente como entrantes, destaca el Carpaccio di pesce y el Carpaccio di Manzo, según se prefiera pescado o carne. Para los que no se decanten por ninguna de estas opciones, los calamares, el atún o, particularmente, las anchoas, son otras buenas alternativas.

Pasando a los principales, la pasta es una buena opción, en sus distintas formas y acompañada fundamentalmente de pescados y mariscos. Aquí, los Spaghetti alla bottarga se llevan la palma, todo un plato autóctono de Cerdeña.

Pasando a los principales, los pescados a la plancha son la mejor alternativa – atún y pez espada – si bien para los amantes de la carne, los platos a base de carne de ternera o cordero, también son opciones óptimas.

La variedad de quesos sardos es digna de mención y un buen preludio a una carta de postres caseros donde la Pannacotta o el Tiramisu della casa se llevan la palma.

Nuestra experiencia

Varias veces hemos visitado Sardo, todas ellas en el contexto de comidas de trabajo entre semana, quizás el momento del día en el que el restaurante goza de mayor afluencia de clientes.

Un detalle destaca positivamente justo al sentarse en la mesa y es que una cesta de distintos tipos de pan y focaccia, así como un plato de olivas, se encuentran listos para ser inmediatamente degustados. El aspecto – este no tan positivo – es que luego se incluyen en “il conto”, algo impropio de un restaurante que quiera aspirar a competir en la liga de los mejores restaurantes italianos de la ciudad.

Aperitivos al margen, siempre que hemos comido en Sardo hemos optado por los platos principales propios de la temporada.

A modo de ejemplo, nuestra última comida en el restaurante comenzó con un Carpaccio di Manzo, perfectamente acompañado de aceite de oliva virgen, pimienta negra, limón y, por supuesto, queso de cabra (“pecorino”) de la isla. Si bien otros entrantes nos parecieron en su día escasos, la verdad es que el Carpaccio es perfecto para ser compartido por 2 personas o, si se tiene mucha hambre, para disfrute individual.

Como plato principal esta vez escogimos dos platos de temporada: la Fregola sarda con calabacín y queso de cabra, una especie de risotto a base de fregola, una pasta en forma de lenteja; y, adicionalmente, la Salsiccia Sarda, salchicha servida con patatas y endivias..

Bodega

La bodega está compuesta fundamentalmente de vinos sardos, variedad de tintos y blancos así como algún otro caldo nacional de las regiones más conocidas. La verdad es que no hay mucho más donde elegir en cuanto a caldos de otros países pero sí una rica variedad de licores a modo de digestivos.

Sobremesa

Como apuntábamos anteriormente, Sardo es un lugar idóneo para una comida de trabajo sin mayores pretensiones. Lo de la posibilidad de sobremesa y, pese a lo agradable y luminoso del sitio, lo ponemos en entredicho, particularmente por el ruido que reina en el ambiente cuando el aforo roza el completo.

Servicio

El servicio es correcto, sin más, sin tampoco destacar precisamente por su simpatía o amabilidad. Se echa de menos un poco más de orientación a la hora de elegir.

Precio

Si bien el Sardo es un italiano medio en la ciudad, la cuenta final varía de pedir o no vino. Los vinos son particularmente caros pero, sin tenerlos en cuenta, uno puede comer o cenar a la carta por unas ₤30 por persona. Para los grandes grupos, el menú cerrado, sin vino, asciende a ₤33 por persona, ofreciendo un buen mix de entrantes, principales y postres.

Conclusión

El Sardo es una muy buena opción en la zona donde se ubica, donde los buenos restaurantes escasean salvo en la cercana Charlotte Street. En el contexto general de la ciudad, es un italiano distinto, centrado en cocina sarda y más orientado a las comidas y a un público, fundamentalmente ejecutivo, que lo frecuenta principalmente entre semana. Por lo demás, nos gustaría conocer Canale, en Primrose Hill, ni qué decir tiene, una zona mucho más agradable. Por último, Sardo es una muy buena opción para todos aquellos que se alojen en el cercano Meliá White House (ver aquí nuestro artículo)…