Breizh Café – París (Francia)

Vista desde el exterior

 

Restaurante Breizh Café

Lugar: París – Francia

Dirección: 109, Rue Vieille du Temple; 75003 París – Francia

Teléfono: +33 (0)1 42 72 13 77

Web: http://www.breizhcafe.com/

Decíamos no hace mucho y con motivo de la publicación de nuestro post sobre Le Chalet du Huitième (ver aquí nuestro artículo) que teníamos muchas ganas de conocer el Breizh Café, un sitio que nos habían vendido como el mejor lugar de París (ver aquí nuestro artículo) para degustar las crêpes y las galettes, sin lugar a duda las especialidades más conocidas de la cocina bretona. Bertrand Larcher, bretón de nacimiento, decidió coger sus bártulos y establecer su crêperie nada más ni nada menos que en Tokio, Japón. Al calor del éxito de su primer experimento comenzó a abrir locales en tierras niponas hasta que un día decidió regresar a su patria inaugurando el Breizh Café de Cancale, en su Bretaña natal y más recientemente la sucursal parisina, localizada en pleno barrio de Les Marais. Alejado de la estética rústica y pintoresca de otros restaurantes bretones esparcidos por toda Francia, el Breizh Café es un local más adaptado a los tiempos en los que vivimos, donde la luz y el color de su decoración son los grandes protagonistas. Si a ello le unimos una oferta culinaria básica – galettes, crêpes y algún que otro acompañamiento limitado – pero de gran calidad, utilizando para ello productos de primera línea, en su mayoría orgánicos, la combinación resulta en un local que está cosechando un éxito abrumador entre los diferentes tipos de público parisino.Tal y como anticipábamos anteriormente la diferencia entre el Breizh Café y otros establecimientos con una oferta gastronómica similar es la elaboración y el mimo con el que se preparan los platos. No en vano el lugar se publicita como “Le crêpe autrement“, que viene a significar la crêpe diferente. Si bien los mismos en sí no son muy sofisticados – las galettes y las crêpes claramente no lo son – el toque que se les da en el restaurante es particular. Y para ello que mejor que unos buenos ingredientes como la harina biológica, el mejor trigo sarraceno para las galettes y candeal para las crêpes así como la mantequilla que usan los grandes chefs – la Bordier – o el chocolate Valrhona, toda una delicatessen. Unido a una presentación esmerada y a un servicio atento desde que uno ingresa en el restaurante el éxito está asegurado.

Comencemos por el local en sí ya que todo lo anterior no cuadra demasiado con el espacio físico en que realmente se ubica el Breizh Café. Uno se podría imaginar un lugar de diseño, moderno y a la vez funcional pero nada más lejos de la realidad. Si bien no es el típico restaurante bretón, el Breizh Café destaca por ser un sitio acogedor que pretende dar la sensación de estar comiendo o cenando en la cocina o el comedor de una gran casa.

La barra de la entrada, detrás de la cual maniobran los cocineros, a la vista del cliente, nos da idea de esa idea de proximidad que el restaurante pretende transmitir. Unas mesas altas para grupos reducidos con idea de una comida o cena más rápida se ubican enfrente a dicha barra, sirviendo como antesala al comedor principal localizado al fondo del local. Pequeño y con mesas bastante juntas destaca por su decoración en maderas blancas y sus cuadros coloridos. El piso superior se destina a uso privado del servicio y a cuartos de baño, lo que da la idea del tamaño mínimo del restaurante y la dificultad de encontrar una mesa.

En cuanto a la carta aquí sí se hace una distinción entre las galettes – saladas – y las crêpes – dulces – utilizando un trigo u otro para su masa, más oscuro y grueso el de las primeras y más claro y fino el de las segundas y al que nosotros, quizás erróneamente, estamos habituados a degustar tanto en crêpes dulces como salados.

Las galettes se dividen en distintas categorías: clásicas, es decir, las tradicionales que uno puede encontrar en casi todos los restaurantes especializados; complètes, las que reúnen una cantidad y variedad importante de ingredientes; y las especialidades de la casa tanto de tierra como de mar. A todas ellas hay que añadirles las Galettes del día, directamente indicadas en una pizarra ad-hoc junto a las Crêpes del momento. Cualquier elección a buen seguro será buena pero la fama, por citar alguna, se la llevan galettes como la Complète de Champignons y todas aquellas galettes a base de andouille, un embutido que no es otra cosa que un embuchado elaborado a partir de tripas de cerdo. Curiosamente en nuestro caso y dado que teníamos curiosidad por probar una galeote de la oferta de mar elegimos una Nordique, a base de salmón ahumado.

Como acompañamiento a las galettes tenemos una serie de posibilidades en la carta de “Grignotages”, acompañamientos desde el plato de ostras, otro santo y seña bretón, a los embutidos pasando por una especie de mini-galettes en rollo de lo más apetecible.

Para finalizar las crêpes, las cuales combinan helados caseros – excelentes todos ellos – con caramelo, frutas variadas (plátano, compota de manzana, compota de pera, etc.), chocolates servidos de distintos modos, Nata Chantilly, etc. En nuestro caso la Crêpe a base de chocolate y helado de chocolate y vainilla resultó sencillamente espectacular dejándose notar y mucho la calidad de los chocolates antes mencionados.

Como acompañamiento a semejante festín la oferta en bebidas pone el hincapié, como no podía ser de otro modo, en las sidras. El restaurante cuenta en su carta hasta con un total de 15 sidras distintas, nacionales y alguna internacional, servidas en cuencos de barro, perfecta elección para saborear junto a la comida elegida.

En cuanto al precio decir que las galettes sitúan en el entorno de los € 9, siendo el precio de las crêpes del estilo. Si a ello le sumamos que la sidra, la bebida más popular para acompañar a la comida, cuesta unos € 7 el medio litro, la cuenta con bebida y postre se sitúa en el entorno de los € 20 – € 25 por persona, dependiendo mucho del hambre que uno tenga y de si se quiere dar el antojo de unas buenas ostras, lo que a buen seguro incrementará el precio. En definitiva, un precio acorde a la calidad ofrecida.

Hemos subido más fotos de Breizh Café aquí, nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil de encontrar os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (naialor -aqui-, monthypm -aquí- y marylebone -aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. La carpeta de Breizh Café está aquí.

Poco nos queda que aportar más que enfatizar lo demandado que está hoy en día el restaurante. Recomendamos reservar porque, de lo contrario, un paseo por Le Marais hasta conseguir mesa, será más que necesario antes de que la misma esté lista. Para los apasionados de las galettes y los crêpes o para los que se encuentren por un barrio tan socorrido para compras y paseos, el Breizh Café es el sitio perfecto donde degustar una comida o cena rápida y sin complicaciones, no exenta de una calidad superior. Sin duda y hasta que se demuestre lo contrario el mejor lugar de galettes y crêpes de la capital francesa. Por cierto, comimos con Coca-Cola, perdón con Breizh Cola…Hasta en eso son suyos los bretones.. 

Valoración – 8/10