Restaurante Marqués de Riscal – Elciego – Álava

Restaurante Marqués de Riscal
Dirección: Hotel Marqués de Riscal – 01340 – Elciego (Álava)
Teléfono: 945  18 08 88
Web: http://www.marquesderiscal.com/

Hace unos días comenzábamos nuestro repaso al Hotel Marques de Riscal escribiendo unas líneas sobre el restaurante de cocina tradicional. En este caso nos toca comentar nuestras sensaciones en el auténtico “pata negra” del Hotel que es directamente dirigido por el gran chef Francis Paniego del restaurante Echaurren de Ezcaray. Como ya dijimos, el Hotel está situado en la Ciudad del Vino de la localidad de Elciego, provincia de Álava, en plena Rioja Alavesa.

Tanto el Restaurante 1860 que comentábamos el otro día (ver post completo aquí) como el que nos ocupa ahora son gestionados por el Chef Ramón Piñeiro. Los dos se encuentran en la segunda planta del Hotel. Para entrar en éste es necesario girar a mano izquierda según salimos del ascensor.

La decoración mezcla la madera y grandes alfombras rojas en el suelo con los mismos tonos en las paredes. Las mesas son muy grandes y están bien vestidas y cuentan con mucha separación entre sí. Las sillas de cuero, modernas y cómodas, de color negro. La teórica mejor mesa es la Mesa Gehry, grande y discreta en el mejor rincón secreto del salón.

En el apartado de la comida lo habitual es decidirse por probar el Menú Degustación que varía en función de los días. Antes de comenzar los platos es importante volver a destacar la completa y rica oferta de panes y aceites ya que merecen todos los elogios.

De aperitivo nos ofrecieron una Terrina de queso de cabra y un pan con pasas, una teja de semillas de sésamo y unos ricos snacks a modo de pequeñas patatas fritas.

Entre los platos del menú, pudimos probar los siguientes platos:

• Ensalada de cigala con tartar de tomate y ajoblanco con foie gras. Suave, rico, bien presentado y con una mezcla acertada. Quizás las pipas sobraban sobre todo porque ya nos las habían ofrecido en el aperitivo.

• Huevo cocinado a baja temperatura con Angula del monte y trompetas de la muerte. Plato muy similar al que nos ofrecieron el día anterior en el otro restaurante del Hotel. Casi nos quedamos con el del primer día pero los dos son riquísimos. Creo que está claro que nuestra visita al Hotel fue en Otoño, en temporada buena de setas. Una delicia su completa oferta.

• Rodaballo con Pak Choy, jugo marino y setitas a la plancha. Según vamos avanzando en la cena nos va decepcionando un poco. Se trata de un plato con buena materia prima y una guarnición similar a la menestra de verduras del día anterior con un ligero toque de setas. Poca cocina de vanguardia pero buenos sabores.

• Costillar de cordero cocinado a baja temperatura y luego tostado con patata. Definitivamente, no encontramos por ningún lado el apartado de cocina de fusión. Este plato más típico no puede ser. Dentro de cocina tradicional está bien pero la ración resultó ser muy escasa.

• Tosta de queso con manzana y helado de vainilla

• Mousse de yogur con frambuesas. Los dos postres están bien pero la tarta de chocolate del restaurante 1860 del Hotel nos gustó mucho más.

En la web del hotel se hace mención al restaurante pero tampoco ofrece mucha más información. Nosotros tenemos fotos del restaurante y de los platos que tomamos aquí, en nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil de encontrar os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (monthypm -aquí- y marylebone -aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. En cualquier caso, el álbum de Restaurante Marqués de Riscal está - aquí -.

La cocina nos decepcionó un poco. La materia prima es muy buena, de eso no hay duda y tanto la presentación de los platos como la atención de todo el personal fue fantástica. Lo que no terminamos de ver es la cocina de fusión o vanguardista. Después de cenar en los dos restaurantes del Hotel, creemos que si se centraran más en cocina tradicional en ambos restaurantes pero con cartas diferentes tendrían mucho más éxito. Con ello no queremos decir ni mucho menos que no nos gustara la de este restaurante pero quizás la grata sorpresa de la cena en 1860 provoca una pequeña decepción en el Gastronómico.

Toda la cena que nos sirvieron fue maridada con vinos de la Bodega propietaria del Hotel. Nos fue ofreciendo los caldos Natalia, una chica encantadora que nos trató muy bien durante toda la cena. Probamos el Marqués de Riscal blanco de Rueda verdejo; un vino con fruta fresca que siempre nos ha encantado; luego el Marqués de Riscal Gran Reserva de 2001, 150 aniversario, fantástico, sobresaliente, clásico, elegante, poco sorprendente; y por último un vino para quitarse el sombrero, el Baron de Chirel Reserva de 2003. Evidentemente, es el que más nos llamó la atención ya que nunca habíamos tenido la oportunidad de probarlo. Se trata de un vino espectacular, fantástico. Predomina la uva tempranillo procedente de viñas muy viejas. Se trata de un vino potente, con más de dos años de barrica pero no se percibe tanto la madera como en los otros vinos reservas de la Bodega. En este caso, el equilibrio es mayor pero se trata de un vino muy complejo. En cuanto a la fase olfativa, se percibe algo de cuero, café, vainilla y frutos rojos maduros. En boca nos gustó mucho más. Es redondo, sabroso, con bastante cuerpo y deja un postgusto maravilloso. Desde luego, demuestra la maestría de Rioja para elaborar un vino moderno, con mucha crianza y un resultado espectacular. Una pena el precio (sobre los 70 euros) que está desorbitado para los costes habituales en nuestro país.

La sobremesa en el restaurante es muy agradable y tan larga como queramos. Sin embargo,tampoco se permite fumar y volvimos a terminarla en la biblioteca del piso superior.

El servicio otra vez resultó perfecto. Es algo más distante por la carácter de restaurante-tipo estrella Michelín pero a pesar de ello resultó muy agradable. Ya hemos comentado que es habitual en todo el Hotel.

En cuanto al precio, el menú con maridaje por encima de los 100 euros por persona lo que resulta muy desaconsejable en relación calidad/precio. Los precios de la carta rondarán los 70 euros por persona,  aproximadamente.

Por tanto, un buen restaurante pero bastante caro en líneas generales. Os recomendamos mejor comer o cenar en el que comentábamos el otro día, el 1860 (ver post aquí) porque fue un auténtico éxito en nuestros paladares. Lo que sí es cierto es que la puesta en escena de este restaurante es mucho mejor por lo que está claro nuestra propuesta: intentar cenar en el restaurante bueno del Hotel con la carta del teórico inferior.

Valoración Global – 8/10