Restaurante Basalbo Baserria – Getxo – Vizcaya

Si hace poco hablábamos de una espléndida opción para disfrutar de la cocina vasca basada en producto pero con toques de autor, el Restaurante Astillero Euskalduna (ver nuestro artículo aquí), hoy seguimos con una segunda propuesta para deleitarnos de una inmejorable cocina vasca tradicional centrada en el producto: el Restaurante Basalbo Baserria.

Un Restaurante que nace en el año 2005, casi recién estrenada la primavera, un 5 mayo, sobre un caserío que data del año 1617, y con D. Pedro de Ubao como primer habitante del mismo. Su logotipo y su nombre está profundamente arraigados en el entorno rural del municipio y del País Vasco en general: basado en la piedra que sujeta la viga del portalón y que ha sido recuperada y colocada en la fachada del caserio. Basalbo también se emplea para denominar a la piedra oradada que servia para abrevar a los animales antaño.

Localización

Se podría decir que el caserío, ahora denominado Basalbo Baserria, se encuentra situado en plena naturaleza en el conocido municipio vizcaíno de Gexto, en la zona alta del mismo. Para acceder al mismo, hay que recorrer un pequeño labertinto de carreteras estrechas, recorriendo verdes y frondosos prados de exuberante vegetación, máxime en primavera, un deleite para la vista.

Para una mejor ubicación de cómo llegar, lo mejor es consultar el mapa.

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Ni que decir tiene de todas las posibilidades que ofrece Getxo y sus alrededores, playas, puerto deportivo, el entrañable Puerto viejo de Algorta (un indispensable si se visita la zona), y no lejos, las playas de Sopelana, los acantilados de Barrica, el pueblo y la playa de Plencia, y un largo largo etcétera para perderse sin ninguna prisa (eso sí, mejor de junio a julio, para garantizar algo de sol y poca lluvia).

Cuenta también con un amplio lugar de aparcamiento privado en el terreno del caserío.

Dirección: Estrada de Martiturri 18 – 48993 Getxo
Teléfono: 94 491 34 91
Web: http://basalbobaserria.com/

Ambiente

Diciendo que el restaurante se “aloja” en un viejo caserío del siglo XVII ya estamos anticipando mucho de el tipo de decoración y ambiente que nos vamos a encontrar en el Basalbo Baserria: una cuidada decoración en la que se han respetado los elementos constructivos originales y sobre los que se ha integrado una modernidad ajustada a las necesites y gustos actuales de forma impecable.

Con una planta baja más acorde a la actualidad, quizás porque el caserío asoma poco entre los muros y una planta superior donde el Baserria enseña sus vigas y columnas de madera por todas partes.

Se respira tranquilidad y sosiego, un agradable entorno que quizás, en algunos rincones de la planta inferior, peca de la excesiva proximidad entre mesas que suele exigir una conversación de sobremesa alargada.

Todo ello de puertas a dentro, ya que si miramos por la ventana, veremos una pequeña terraza que en los días soleados se convierte en un reclamo para pasar la tarde sin prisas a la espera de la puesta de sol.

Volviendo al interior, canbe destacar un par de mesas redondas, aisladas en lugares estratégicos que permiten una comida más en intimidad (aunque sea de “cuadrilla”). En la parte superior, cualquier día de entre semana no siempre es posible encontrarla disponible, si bien los fines de semana se convierte en pieza fundamental para dar cabida a la alta demanda de publico que tienen, sobre todo, porque puede considerarse un lugar ideal para hacer planes con niños.

Carta

Estamos una vez más, ante una cocina vasca tradicional en sus raíces, y con el producto como factor fundamental de la misma. Su chef es un gran conocido del municipio, Gaizka Escudero, el cual recorre las calles y caminos de Getxo desde 1966, y al que se conoce, sobre todo por su paso por el consagrado Villabotas, del que fue su máximo “espoleador”.

Lo que más nos llama la antención es que dispone de una infinidad de menús (disponibles para su consulta en la web del restaurante) a los que denominan especialidades, y que es casi imposible no encontrar uno que satisfaga nuestros gustos.

La carta, en si misma, no es excesivamente extensa, pero si destaca un apartado de mariscos y otro de caza, aspectos no siempre presentes en los restaurantes de cocina vasca tradicional. Llegados a este punto habría que matizar “cocina vasca tradicional” ya que si bien nos encontramos con platos propios de la misma, en su elaboración encontramos una puesta al día magnífica tanto en presentación como en el sabor.

Nuestra experiencia

En las ocasiones en las que hemos acudido a Basalbo Baserria hemos tenido la mala fortuna de coincidir con días lluviosos, lo que no nos ha permitido disfrutar de la terraza, aspecto que no podemos valorar, muy a nuestro pesar.

Pero si, como no podía ser de otro manera, hemos disfrutado y mucho de su cocina, eso si, siempre entre semana.

La primera vez tuvimos la suerte de contar con una delicia de plato tradicional vasco, que no conocía, y al que podríamos considerar, de algún modo, y salvando las distancias, un hermano del bacalao al ajo arriero: nos referimos a la Zuzurrukutuna, que es una sopa de ajo ilustrada con bacalao, y puesta al día por Gaizka Eskudero de manera sublime. No es un plato de la carta, si no del menú del día de entre semana, y una de las agradables sorpresas que puedes encontrar en Basalbo Baserria en un día laborable. Personalmente me encantó.

Igualmente deliciosos el Arroz con almejas y los Pimientos rellenos de merluza.

En los segundos, una combinación de bacalaos, al pil-pil y a la vizcaína, una forma de presentación que a mi me parece perfecta porque las dos formas de preparar el bacalao, cuando está bien hecho, me encantan. También optamos por unos tradicionales Chipis en su tinta, con guarnición de arroz, que estaban inmejorables.

El postre lo rematamos con unos Profiteroles cubiertos de un sublime chocolate caliente que resultaron un pecado divino.

Bodega

Es casi una costumbre el encontrarnos con una excelente concina una bodega falta de imaginación, que se centra en los caldos “de siempre” y tan conocidos en la zona. Empiezo a pensar, porque alguna vez he podido constatarlo también, que a los Vascos, les cuesta mucho cambiar sus “gustos” en el vino, y donde predomina la pasión por “el leño”, el sabor fuerte a madera, que si bien tiene sus reconocidas virtudes (solo hay que ver el resultado de los caldos de Rioja Alta, por ejemplo) no es menos cierto que no constituye en sí una razón para no desgustar otras posibilidades, también de la zona de Rioja. Y algunos de estos últimos hay (como Luis Cañas, Fernánde Pieróla -ver artículo aquí-, Luis Alegre, Ostatu, Remelluri. Pero, poco o nada que no sea de Rioja. Una pena, la verdad.

Sobremesa

Quizás sea este el punto que más se podría mejorar, ya que con algunas excepciones en los espirituosos o también llamados “digestivos”, el resto de opciones son de lo más corrientes.

Servicio

Uno de los valores del local: cercano, amable, compresivo, y siempre atento, en el que Imanol tiene toda la “culpa”.

Gracias por tan buenos momentos.

Precio

Alrededor de los 50 euros, dependiendo del vino y la copa pedida. Desde luego un precio muy adecuado a la calidad, al servicio y al conjunto ambiente local.

Conclusión

Un entorno privilegiado, si eres amante de la naturaleza, un local con historia que asoma en cada rincón, y sobre todo, una cocina que podríamos decir “perfeccionista” hasta en lo más sencillo, con todo ello, solo se puede concluir de una manera. Repitiendo siempre que se tiene ocasión.

Valoración: 8/10

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