Restaurante Santceloni – Madrid
Enero 15, 2010 by monthy
Categoría España, Especiales, Madrid, Madrid Ciudad, Restaurantes, Restaurantes con Salones Reservados
Santceloni es uno de los mejores restaurantes que se pueden encontrar en Madrid en la actualidad. Su propietario es Santi Santamaría, uno de los grandes chefs de este país que cuenta en su haber con Tres estrellas Michelin obtenidas en su restaurante Can Fabes situado en el municipio barcelonés de Sant Celoni. En Madrid, el máximo responsable de los fogones es Óscar Velasco, el cual también ha recibido Dos estrellas Michelin pero es importante destacar que la primera la recibió en 2001, año de su apertura . El lugar está asociado a la cadena Relais&Chateaux que goza de un gran prestigio en el mundo entero.
Localización
Se encuentra situado planta baja del Hotel Hesperia Madrid, con entrada independiente desde la calle. Llegar en coche es fácil ya que hace esquina con el Paseo de la Castellana, a la altura de la Plaza Gregorio Marañón y cuenta con servicio de aparcacoches. La dirección del sitio es:
Dirección: Paseo de la Castellana, 57 – 28046 – Madrid
Teléfono: 91 210 88 40
Web: http://www.restaurantesantceloni.com/
Ambiente
La llegada a la sala principal del restaurante se produce después de bajar unas escaleras desde la puerta de entrada y la primera sensación no deja lugar a dudas. Se trata de un lugar elegante, con servicio amable y discreto en el que se va a disfrutar de una gran experiencia gastronómica. La sala es amplia y con forma rectangular por lo que rápidamente nos podemos hacer una idea de las formas del sitio. No hay huecos escondidos salvo algún que otro reservado. Se divide en dos niveles, el bajo que es el principal y para no fumadores y luego, una segunda altura, situada al fondo por lo que es necesario atravesar el salón principal para llegar a ella. Este segundo nivel es el destinado a los fumadores. En nuestra opinión es más recomendable pedir mesa en el segundo ya que, aunque sea de fumadores, el humo no suele molestar mucho y es mucho más discreto ya que el primero de ellos está justo en mitad del restaurante y lo tiene que atravesar todo el mundo constantemente.
La decoración es bastante elegante aunque un tanto impersonal, especialmente la parte del patio interior que recuerda un poco a los toques decorativos de los grandes restaurantes estadounidenses. Los suelos son de madera pero están cubiertos por unas grandes alfombras de tonos claros que contrastan con los rojizos de las paredes y de la mantelería de la mayoría de las mesas. Todas las mesas son muy amplias y cuentan con gran separación entre sí. Las sillas son realmente unas cómodas butacas donde no habría demasiada dificultad en echar una cabezadita. Nosotros tenemos varias fotos de lugar subidas en nuestra galería de Flickr (ver el acceso directo un poco más abajo) pero recomendamos visitar la web oficial del restaurante ya que cuenta con buenas fotos del lugar.
En líneas generales, podríamos decir que se trata de un restaurante señorial pero huyendo del clasicismo de otros lugares que han quedado algo desfasados en el tiempo.
Carta
La carta de platos no es demasiado extensa pero tampoco se limita a ofrecer dos o tres únicos menús. Aproximadamente, cuenta con una decena de entrantes variados y media docena de platos de pescados y otros tantos de carnes. Se trata de platos con una base tradicional a la que añaden complementos divertidos con toques creativos. Entre los primeros podemos encontrar varios mariscos como las ostras, el buey de mar y la langosta así como Caviar Petrossian. Entre los segundos, hay Pescados cocinados de diversa forma pero basados en algunos típicos como la Dorada, el San Pedro, Bonito, Merluza, Cabracho o Dentón. Entre las Carnes destaca especialmente su afamado Jarrete de Ternera blanca cuya forma de cocinar es similar a sus propuestas de Espalda de Cordero y Cochinillo. Finalmente, los platos de caza con la perdiz y el ciervo a la cabeza también son una de sus especialidades.
Cuenta con un Menú Degustación o Gastronómico compuesto por entrantes, cinco platos, quesos, dos postres y petits fours. Todo ello por 132 euros por persona. Si se prefiere maridar con los vinos elegidos por el sumiller, el precio se incrementa 45 euros por persona.
Pero si se pretende realizar el máximo recorrido por los platos que ofrece Santceloni, la mejor opción es pedir el Gran Menú cuyos platos varían en función del mercado de cada día. Su coste, 165 euros por persona.
El carrito de quesos es una maravilla para los amantes de este mundo y se puede disfrutar de una impresionante selección por 25 euros (en los menús está incluido). Absolutamente recomendable. Tanto que es importante no llegar con poco apetito al momento de elegirlos.
Los postres es quizás lo que menos llama la atención sobre el papel, especialmente para los que prefieren terminar con buenos dulces cualquier comida o cena. Los platos basados en chocolates brillan por su ausencia. Ofrecen seis posibles platos un tanto extraños así como helados y sorbetes variados.
La web ofrece la carta de platos aunque contaba con alguna variación sobre la que tuvimos nosotros en nuestra reciente visita. Nosotros tenemos varios fotos de la carta con sus precios así como fotos de todos los platos que tomamos. Mirar más abajo en la zona de Multimedia para acceder a todas las fotos de este artículo.
Nuestra experiencia
Lo cierto es que siempre que hemos visitado este restaurante hemos salido my satisfechos y consideramos que los premios y galardones que reciben son totalmente merecidos.
En nuestra reciente visita, lo primero que nos ofrecieron fue un gran carrito que contenía varios licores de esos que se suelen tomar de aperitivo en una cena de este nivel. Una copita de champagne, un martini, un vermouth o incluso cualquier jerez.
La cena comienza con el habitual Aperitivo que en este caso se reparte en varios platos. El primero de ellos consiste en una especie de snacks variados entre los que había los siguientes: Buñuelos de queso y anchoa, Tosta de calabaza, una Pasta rellena de salmón y Canutillo de papada de cerdo confitada:
A continuación un Macarrón relleno de verduras y un Guiso de Lentejas complementa su rica oferta inicial.
De primero, probamos el Buey de Mar al Jerez con la crema de cebolla y celemí. El buey es de una indiscutible calidad y está cubierto por una capa fría de crema de cebolla. Quizás le hubiéramos añadido algo más de temperatura porque parece recién sacado del frigorífico.
Continuamos con la Lasaña rellena de Pisto y Huevos de Codorniz, con salsa de anchoas. El plato es tal y como dice el nombre, sin sorpresas raras. Nos gustó mucho la idea y el plato es excelente.
De segundo, decidimos compartir dos platos y no tuvieron problema en partirnos las raciones en dos mitades y así servirlas en platos diferentes. Por tanto las fotos corresponden a medias raciones. Probamos la Espalda de Cordero cocinada previamente y durante 12 horas a baja temperatura, a 40º y luego envasada al vacío. En el momento de pedirla, empieza un proceso de 45 minutos en el que le dan el brillante toque final al que acompañan las ricas cebollas confitadas. Es el mejor plato que hemos tomado en el restaurante, empatado con el fabuloso Jarrete que no pedimos en la visita que estamos comentando.
Terminamos con el Lomo de Ciervo con puré de castañas y calabaza salteada, que también nos pareció magnífico aunque también le falta un toque de temperatura.
No elegimos ningún postre ya que llegamos con poca y gana y siempre ofrecen junto al café unos ricos chocolates así como pastas variadas que estaban riquísimas. Creo que esta vez tampoco quedó ninguna…:
Bodega
La Bodega es muy amplia como no podía ser de otra manera. Ofrece dos grandes cartas, una de vinos blancos y otra de tintos. Cuenta con infinidad de referencias de las principales denominaciones de origen españolas así como de los principales productores extranjeros. La dirige David Robledo, una persona muy agradable y sencilla que atiende de maravilla. Si hay dudas al pedir, dejaros recomendar. Resulta un poco elevada de precio en la mayoría de referencias, algo por otra parte lógico dado el nivel del restaurante pero nos atreveríamos a decir, con todo el riesgo a equivocarnos, que han bajado algo de precio sobre anteriores visitas. De hecho, vimos un abanico de caldos muy interesantes en el rango de 40/60 euros la botella y lo recordábamos más caro. Obviamente con ello no queremos decir que sea una carta barata ni mucho menos ya que la relación calidad/precio no parece muy acertada. Sin embargo, el trabajo de David es digno de mención y en nuestro caso nos recomendó un fantástico vino llamado Predicador con buena relación calidad/precio (42 euros) que ya nos la había descubierto Luis de la Taberna Entrevinos (ver post aquí). Dentro del abanico de precios comentado anteriormente, podemos poner algún ejemplo de vinos que se pueden encontrar como Tagonius (ver post aquí), Pétalos del Bierzo, la nueva cosecha del Regajal Selección especial (según David, el mejor de Madrid), Coto de Hayas o la Plazuela y Pintia (estos dos últimos creo que se acercaban a los 70 euros pero me puede fallar la memoria).
Sobremesa
Cuenta con una magnífica oferta de licores y destilados así como con una de las mayores ofertas de puros que se pueden encontrar hoy en día en cualquier restaurante del mundo. Pedimos un Citadelle con la tónica Fever Tree que lo trajeron bien preparado, en copas de balón (21 euros).
Aquí viene el gran “pero” del restaurante que no es la primera vez que nos ha sucedido. Fuimos a cenar un sábado por la noche sobre las 22:00 y terminamos sobre las 0:15 aproximadamente, momento en el que pedimos las copas. Es cierto que literalmente no meten prisa por levantarse pero es imposible disfrutar la copa por los continuos paseos de los camareros y las caras que ponen de meter prisa. A la 1:00 ya no aguantaban más y la presión fue excesiva. Es obvio que es una hora algo tardía pero que cada cual saque sus propias conclusiones. Desde que pedimos la cuenta hasta que salimos del restaurante no pasaron ni 10 minutos. Es increíble lo rápido que cobran cuando hay tanta prisa porque los clientes salgan (es cierto que éramos los últimos). Desde nuestro punto de vista, un restaurante así debería dar un mayor margen a la sobremesa e incluso ofrecer una segunda copa si los clientes la desean. No quiero ni pensar las caras que habrían puesto si llego a fumar un puro de tamaño considerable. A la hora de la comida nunca hemos sufrido tanta presión pero si recuerdo un día que amablemente nos pidieron que termináramos la copa en un salón del piso de arriba (vamos, en el Bar del Hotel). Desde luego, se trata de un claro aspecto a mejorar.
Servicio
Correcto, educado y muy profesional pero en ciertos momentos algo agobiante sirviendo agua y vino. Son rápidos sirviendo y recogiendo todos los platos. Destaca especialmente la figura del sumiller y del maitre, Abel Valverde, sin duda los mejores de la sala.
Precio
Aproximadamente, ronda los 150/200 euros por persona en función del vino y de la posible elección del menú degustación o no. En la visita descrita, nuestra cuenta ascendió a 125 euros por persona con vino y copa incluidos (nos invitaron a los cafés). Es cierto que pedimos uno de los vinos más baratos de la carta (pero muy recomendable) y que ni tomamos quesos ni postres por lo que un precio medio estaría más en el entono de los precios comentados anteriormente.
Conclusión
El restaurante es una auténtica maravilla, de lo mejor de Madrid y merece mucho la pena conocerlo. Es obvio que no es un lugar para ir muy a menudo pero alguna vez en la vida sí es muy recomendable. Una lástima, el problema de la sobremesa pero veo difícil que lo resuelvan…(me encantaría que nos equivocáramos). Se ha hablado mucho de la polémica entre Santi Santamaría y el resto de grandes cocineros de este país por el tema de las espumitas y los elementos químicos y demás. Desde nuestro punto de vista, son estilos muy diferentes pero todos merecen la pena y la visita o no depende del momento de la vida en que se haga. Hay días que el cuerpo pide una cosa y días que pide otra. Lo importante es poder elegir entre lugares magníficos y no entrar en absurdas peleas.
Multimedia
Fotos
Todas las fotos, junto con las que hicimos del restaurante, se pueden ver aquí, en nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil encontrar la información os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (naialor –aquí-, monthy –aquí- y marylebone – aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. En cualquier caso, el álbum de Santceloni está – aquí -.
Acceso a fotografías
- Galería de fotos del Restaurante: Pincha Aquí
- Grupo Rincones Secretos en Flickr: Pincha aquí
- Galería personal de monthy: Pincha aquí.
- Galería personal de marylebone: Pincha aquí.
Galería personal de naialor: Pincha aquí.
Hola,
Curioso lo del vino Predicador. Fui a principios de febrero y estaba en una mesa contigua a la mía, lo que me llamó bastante la atención por lo peculiar de la etiqueta. Lo debe recomendar habitualmente (o tal vez para el menú de esas semanas).
Saludos,
Muy interesante tu critica, el tema de la sobremesa en parte llevas razón, pero por otro lado si dices que era la ultima mesa, y son la una de madrugada, no es precisamente ni el lugar, ni la hora, pues tu no puedes pagar de ninguna forma, que un equipo de trabajadores se quede hasta las tantas contigo, no?
Me gustaría comertar al critico si le gusta que en su trabajo le tengan durante mas tiempo esperando a que se vaya el cliente. El personal de hostelería tambien tiene su horario y su familia y hay que respetar los horarios, si quiere tener una sobremesa larga vaya antes a cenar, no haga que los que le atienden, maitres, camareros, ofice, caja, servicio de aparcacoches, etc. estén esperando por solo una mesa, es una falta de respeto.
Coincido con las personas que comentan el tema de horarios. Los que trabajamos en hostelería también tenemos familia y debemos descansar. Ese personal de Santceloni, después de salir a la 1 de la madrugada (En realidad la mesa se va a la 1, pero luego hay que recoger y demás y eso no se hace por arte de magia) probablemente tenga que volver al restaurante a las 10:30/11:00 del día siguiente. ¿Porque unos señores tiene ganas de gin tonic y de charla yo tengo que salir a las 3 de la mañana? Estáis muyyyyyyyy equivocados.
Me gustaría que toda esta gente que pide copas a altas horas de la noche (O de la tarde )y que se quedan los últimos exigiendo encima una segunda copa sin importarles el personal que está trabajando, trabajase durante una única semana en un restaurante para ver lo tremendamente sacrificado que es llegar a tu casa a las tantas, tener un turno partido, trabajar fines de semana, festivos etc
Un restaurante así ofrece un servicio excelente, las copas se toman en un bar de copas o en tu casa, no en un restaurante y el que os echen me parece totalmente lógico y normal, no somos esclavos de nadie y nuestro trabajo es igual de digno que el de cualquier otra persona.
Lo que no es normal es aguantar una mesa hasta las tantas de la madrugada porque los señores quieren una copa o simplemente charlar.