Restaurante Luzi Bombón (Grupo Tragaluz) – Madrid

Conseguimos aparcar justo enfrente de donde se supone que debería estar la puerta de acceso al Restaurante Luzi Bombón, esto es, en Rafael Calvo, justo donde termina, haciendo esquina con el Paseo de la Castellana.

Pero por mucho que miras, no encuentras por donde entrar. Bajas a Castellana, y ves el enorme ventanal del restaurante, pero… no hay puerta por la que entrar. “La entrada es por Rafael Calvo”, recuerdo que nos dijeron. Vuelta a Rafael Calvo y… a investigar donde está la puerta! Toma! Ahí está! Justo delante de nuestras narices!

Cuidado, si vais de noche… esto es lo que os puede pasar la primera vez!

Busca un puerta estrecha, de madera, alta, con un pequeño cartel justo al lado… Esa es la entrada al Restaurante Luzi Bombón… Merece la pena investigarlo!

Y digo merece la pena porque Luzi Bombón es un restaurante del Grupo Tragaluz (en Madrid también cuentan con el Bar Tomate (la expansión del grupo en Madrid va a caro de Paco Cortés) -ver aquí nuestro artículo sobre el Bar Tomate-, y todo lo que Rosa Esteva y su hijo Tomás Tarruella (fundadores en 1997 del Grupo Tragaluz) ponen en marcha tiene su punto de diferente, que no es casual, sino resultado de su estrategia de combinar cocina y diseño para crear experiencias en torno a una mesa.

En este caso Luzi Bombón funciona como un local versátil, que abre a las 12:00 para ofrecer desayunos, comidas y cenas, y una carta “Entre Horas” que sorprende por su concepto, y que en cualquier momento de la tarde-noche su coctelería te puede deleitar con combinados para todos los gustos.

Localización del restaurante Luzi Bombón

Luzi Bombón Restaurante

Dirección: Castellana 35 – 28046 Madrid
(entrada por Rafael calvo)
Teléfono: 91 702 27 36
Web: http://www.grupotragaluz.com

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Recuerda, la puerta está ahí, ¡aunque no lo parezca!

Ah! Y si uno va en coche, mejor ir con tiempo, no es fácil encontrar aparcamiento.

Ambiente en Luzi Bombón

A cargo del estudio de Sandra Tarruella (http://www.sandratarruella.com) es, junto con la propuesta gastronómica, uno de los pilares del concepto Luzi Bombón.

Nada más entrar se percibe un aire moderno, cosmopolita, elegante pero desenfadado, que resulta cálido en todo momento.

Sandra a recurrido a un mobiliario años 50, completando el conjunto con maderas (en suelos, paredes columnas y por supuesto, en el mobiliario) y telas (suelos, cojines, sofás, manteles individuales, servilletas, etc.) para aportar calidez a un espacio de dos alturas y múltiples ambientes creados por los distintos suelos y el mobiliario, las columnas, con acabados en madera, cemento pulido, metálicas, con espejos,

En el nivel inferior te encuentras la parte más “habitual” de un restaurante. Esta es la parte que da al ventanal de Castellana.
En el nivel elevado, mesas bajas, sofás y biombos, crean espacios “a parte” como pequeños comedores.
En los laterales surgen sofás desde pavimento de cemento pulido, repletos de coloridos cojines, para dar forma a pequeños salones que se completan con su propio mobiliario siempre desde un punto de vista más desenfadado.

El protagonismo de la luz es una constante en todo el local y esencial en su decoración y elemento principal en la creación de ambientes. De día los amplios ventanales permiten la entrada de la luz natural que se refleja en las paredes y mobiliario adyacente en tonos blancos. Al caer la luz exterior, son las lámparas (de mesa, de techo…, de distintas formas y colores) las que ayudan a crear ambientes aportando personalidad y diferenciación.

En el centro del local se ubica la barra (en cuadrilátero)  dominándolo todo, un puzzle de diversos materiales que resta sobriedad y añade cercanía al cliente, con taburetes altos, o bajos (la barra es accesible desde el nivel inferior y desde el nivel elevado), en la que se puede degustar la cocina “entre horas” la coctelería, o lo que sea menester.

Y hablando de cocina, visible desde todo el local está situada al fondo, en el nivel elevado, acristalada tras lamas de madera que nos dejan ver toda la actividad en los fogones.

La cocina y la carta de Luzi Bombón

Toda la cocina del Grupo Tragaluz tiene la impronta del Chef Joan Ferré, que trabaja con unas máximas: calidad de producto, innovación de propuestas, y equilibrio en la carta.

Para Luzi Bombón se ha diseñado una carta “sana”, y de calidad, pero a la vez sencilla y hasta divertida, porque la forma de pedir se centra primero en el plato principal y el acompañamiento, y después en las entradas.

Para catalogar su cocina habría que recurrir a términos del estilo de “brasserie moderna“. Sin complicaciones, sin muchos platos, que se ojea de un vistazo, a lo que contribuye la presentación de la misma, como si de un cuadro se tratase.

Nuestra experiencia en Luzi Bombón

Era una reunión de los tres de Rincones Secretos, y, “as usual”, dos llegamos un poco pronto, y el tercero con algo de retraso.

Para la espera nos acomodamos en la barra, y tomamos un aperitivo, lo que nos permitió observar el ambiente y ajetreo de esas horas, las 22:00 más o menos.

Las mesas todas ocupadas, la barra sin un hueco.

Se percibía un local vivo, alegre, desenfadado, amable.

Llegó el tercero en discordia y nos condujeron a nuestra mesa: nivel superior, mesa redonda, asientos en silla y en sofá (un poco incómodo el mío, ya que el sofá en esa parte carecía de respaldo).

No esperamos mucho a que nos atendiesen. Nos presentan la carta en un atril expositor de madera que sustentaba una simple hoja de papel tamaño A3, en la que se distribuyen los platos en tres columnas de fácil lectura y comprensión.

El camarero nos explica en un momento como está organizada y en que suele consistir una cena en Luzi Bombón.

Pedimos, siguiendo la norma de la casa, como principales un Steak Tartare, que resultó más que bueno, una Hamburguesa americana, deliciosa, y un Secreto de Cerdo Ibérico, increíble, acompañados de un Salteado de verduras y tubérculos, muy bien traídos y unas Papas arrugadas con chimichurri, para chuparse los dedos.

Y, “Mientras tanto“,  nos trajeron un Tartar de atún, que resultó estar buenísimo, y también un Ceviche de bogavante que no podía estar mejor.

El postre lo redondeamos con un Tiramisú que se presenta en copa. Son un fan del Tiramisú, pero no comulgo para nada con las variantes líquidas o cremosas de este postre. Pero en esta ocasión tengo que hacer, y con gusto, una honrosa excepción: estaba ¡ex-pec-ta-cu-lar!

La bodega del Luzi Bombón

No sería propio hablar de bodega ya que tampoco es su vocación figurar como tal. Se podría decir que cuenta con lo esencial para ser un buen acompañamiento del tipo de cocina de Luzi Bombón.

Sobremesa en Luzi Bombón

Con una barra de cocktails esperábamos un mejor surtido de destilados. Por lo menos, entre lo que se nos ofreció en ginebras, faltaban claras marcas que a nuestro entender, deberían figurar entre sus “habituales”.

Servicio en Luzi Bombón

Sin duda lo que me más me sorprendió por agradable y atento, muy acorde con la impresión general de Luzi Bombón: gente joven con muchas ganas. Ojalá  que siempre sea así.

Precio

Adecuado. Téngase en cuenta que se trata de un lugar de moda, en plena Castellana.

Conclusión

Por diseño, por concepto, por local, por servicio y por cocina, un must para los que están en la capital: elegante, alegre, desenfadado. Si no has ido, vete!

Ah! Y un must para los que buscan ideas de como innovar en la hostelería.

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