Restaurante Lua – Madrid
Abril 29, 2010 by monthy
Categoría Madrid Ciudad
El Restaurante Lua es uno de esos sitios que cuando vas por primera vez sabes a ciencia exacta que vas a repetir. Cuenta con todos los ingredientes que uno busca cuando sale a comer fuera de casa: cocina sincera, selección de buenas materias primas, ambiente agradable y servicio profesional. Y como complemento, unos precios razonables para lo que ofrece el lugar.
Lua se ubica en el barrio de Chamberi, en una zona que a nivel de restaurantes la conocemos bastante bien ya que por razones laborales hemos tenido que frecuentarla bastante. No en vano, por aquí cerca encontramos magníficos locales como Gala (ver post aquí), Il Gusto (ver post aquí), Paulino, el Mesón del Cid o la Gabinoteca.
El local es pequeño pero resulta muy acogedor por su sencillo juego de luces y sus tonos claros en la decoración. No contará con más de diez mesas aproximadamente y su defecto es que están todas un poco pegadas entre sí y no son demasiado amplias. A medida que vamos llegando al restaurante nos dan a elegir la mesa que prefiramos entre las que están disponibles por lo que si somos un poco caprichosos con este tema, es mejor llegar al lugar un poco antes que el resto de los clientes.
Respecto a su propuesta gastronómica, se trata de una cocina de mercado que varía en función de la oferta en los mercados de la zona. No cuenta con carta de platos como tal y tan sólo ofrece un par de menús al mediodía y uno de degustación por las noches.
Localización
Se encuentra situado en el eje Castellana, Ríos Rosas y José Abascal, en una zona de difícil aparcamiento. Sin embargo cuenta con un aparcamiento cubierto muy cerca que es la opción ideal si decidimos llevar coche propio. La dirección del sitio es:
Dirección: Calle Zurbano, 85 – 28003 – Madrid
Teléfono: 91 395 28 53
Web: http://www.restaurantelua.com/
La web ofrece información relevante del sitio y hay varias fotografías que merece la pena ver. Un buen detalle es que ofrecen la carta de vinos completa con precios incluidos. En nuestra reciente visita, olvidamos nuestra cámara y tuvimos que tirar del móvil por lo que las fotos no están demasiado bien. En cualquier caso, las tenemos todas en nuestra galería de fotos en flickr (pinchar aquí)
Ambiente
Consiguen crear un clima muy agradable a pesar de las reducidas dimensiones del local. Las mesas se distribuyen en tres partes. Hay una en la misma entrada que ofrece capacidad para seis personas, otras dos en el pasillo de tamaño reducido con capacidad para dos personas cada una y luego quedan las del salón principal donde hay varias de cuatro personas y alguna de dos. Obviamente, suponemos que la distribución variará en función de las reservas diarias pero no es el típico lugar recomendable para una comida o cena de grupos con tamaños más o menos grandes. El restaurante es completo para fumadores.
Carta
Como hemos dicho anteriormente no ofrecen una carta de platos como tal sino que hay dos menús diarios, uno corto formado por un aperitivo, un plato, un segundo plato y un postre por 29 euros y uno largo que consta de un aperitivo, dos primeros, dos segundos y un postre por 44 euros. Si este último se quiere maridar con sus propuestas vinícolas el precio asciende a 68 euros por persona.
En nuestra reciente visita, al tratarse de una cena, tan sólo nos ofrecieron la posibilidad del menú largo con o sin maridaje.
Nuestra experiencia
Ha sido realmente positiva. Todos los platos que probamos nos parecieron riquísimos y se nota que los tienen bien conseguidos. Es cierto que muchos de ellos tenían un corte similar y no pudimos comprobar bien la amplitud de la técnica del chef pero estamos seguros que lo iremos viendo en nuestras próximas visitas.
El Menú comenzó con un aperitivo un poco historiada que fue de lo que menos nos gustó de toda la cena. Se trataba de un plato llamado “La Caña y su Tapa” que es una gelatina de mosto con espuma de ajoblanco mientras que la tapa es una aceituna esférica.
Comenzamos los platos con un Steak tartar de solomillo de buey wagyu (kobe) con huevo de codorniz y vinagreta de frambuesa. Sorprende que fuera el primer plato ya que se trataba de una carne que normalmente se toma de segundo en España aunque es cierto que en el extranjero hay muchos sitios donde los ofrecen de primer plato. La carne era excelente y la mezcla nos pareció soberbia.
El siguiente primer plato fue para aplaudir a Manuel que es el encargado de los fogones. Se trató de un Huevo escalfado con Carpaccio de trufa negra, puré de patata y crujiente de bacon.
El primero de los segundos platos fue la propuesta de pescado: Bacalao al horno sobre espuma de maíz con verduras baby y praliné de cacahuete. Plato correcto, poco sorprendente, de buena calidad y que llega perfecto de punto.
Finalmente, la Carrillada de cerdo ibérico con reducción de regaliz sobre espinacas, setas y compota de manzana fue el último plato. Seguimos con una magnífica materia prima pero la mezcla de regaliz no nos gustó tanto como esperábamos ya que eclipsaba un poco el sabor de la carne.
De postre, Nata cocida (Panacota) con sopa de mango y aires de frambuesa sobresale menos que otros platos pero está muy rico. Lo que está claro es que se sale del típico Tiramisú o Soufflé de chocolate tan típico en el 80% de los restaurantes de hoy en día pero reconozco que eché de menos algún toque chocolatero.
En fin, una cena magnífica a pesar de que los nombres tan historiados de los platos puedan dar a entender demasiado vanguardismo. Un curioso detalle fue el momento de pedir un salero. Lo cierto es que tardaban algo más de lo normal y finalmente nos trajeron tres platitos diferentes con distintos tipos de sal y nada de un salero como lo conocemos todos. Nos pareció demasiada parafernalia pero con lo bien que estábamos cenando todo quedó en una anécdota más…
Bodega
La Bodega es corta pero destaca por su gran variación. Casi podríamos asegurar que hay vinos para todos los gustos a pesar de la oferta tan limitada. El que ofrecen como vino de la casa es un Fernández de Piérola (ver post aquí) que siempre hemos destacado por su magnífica relación calidad/precio. En nuestra reciente visita apostamos por uno de Madrid, el Regajal (ver post aquí), un vino afrutado, fresco, sabroso y que marida muy bien tanto con carnes como con pescados. Su precio en Lua, 26 euros.
Sobremesa
Resultó perfecta para lo que siempre nos gusta, es decir, tomar una copa y alargar un poco el momento de la cena. Nos tomamos un Gin–tonic preparado con toques propios en función de la Ginebra solicitada. Aunque no somos muy partidarios de introducir muchas cosas extrañas en la copa (ya sé que el bueno de Carlitos del O’clock piensa justo lo contario pero…) tampoco se pasaron y tanto el London Gin como el G-vine nos los pusieron correctamente, ambos con tónica Fever Tree y en la correspondiente copa de balón, a un precio de 11 y 12,50 euros, respectivamente.
Servicio
Correcto y profesional pero muy escaso. Tan sólo hay dos personas en la sala que tienen que atender a todas las mesas y van de cabeza. Es cierto que no es demasiado complicado ya que no hay platos diferentes y todos cenamos lo mismo pero muchas veces tardaban demasiado en cualquier cosa que les pedíamos. Aún así son amables y hacen un buen trabajo. Lo mejor fue el detalle de Manuel, el chef y máximo responsable de Lua que se pasó por todas las mesas preguntando qué tal habíamos cenado y abriendo la posibilidad a tener una conversación con él acerca de los platos que tomamos o cualquier duda que se quiera aclarar. Un lujo que haya personas así en este difícil mundo de la hostelería.
Precio
Nuestra cuenta ascendió a los 75 euros por persona con un vino de 26 euros para dos personas y la copa ya comentada. Sin duda es un coste elevado pero la cocina nos gustó mucho y el ambiente era muy agradable. Quizás cenamos demasiado y nos hubiera gustado tener la posibilidad de optar por el menú corto. En este caso se hubiera reducido la cuenta unos 15 euros por persona por lo que ir a comer a mediodía puede ser una opción muy interesante.
Sin embargo, al ser nuestra primera visita nos ha gustado mucho poder probar varios platos de su cocina y consideramos que el coste es justo para lo que nos ofreció el restaurante.
Conclusión
Nuestra primera visita a Lua no ha podido ser más satisfactoria. Es un lugar que teníamos muchas ganas de conocer y no nos ha defraudado en absoluto. Quizás un servicio algo más amplio y una mejor distribución de la sala podrían ser aspectos a mejorar en el futuro pero globalmente nos ha encantado.
Multimedia
Fotos
Todas las fotos, junto con las que hicimos del restaurante, se pueden ver aquí, en nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil encontrar la información os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (naialor –aquí-, monthy –aquí- y marylebone – aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. En cualquier caso, el álbum de Lua está – aquí -.
Acceso a fotografías
- Galería de fotos del Restaurante: Pincha Aquí
- Grupo Rincones Secretos en Flickr: Pincha aquí
- Galería personal de monthy: Pincha aquí.
- Galería personal de marylebone: Pincha aquí.
Galería personal de naialor: Pincha aquí.