Restaurante Amura – Puerto Calero – Lanzarote

Este restaurante tiene el privilegio de ser uno de los pocos de la isla de Lanzarote que cuenta con el reconocimiento de la Guía Michelin aunque no haya recibido estrella alguna todavía. Se encuentra situado en Puerto Calero, probablemente el puerto más famoso de la isla. Ofrece una cocina elaborada en la que los productos locales cobran un gran protagonismo. La terraza cuenta con una cuidada decoración en tonos blancos lo que permite crear un ambiente sencillo a la par que romántico.

Localización

Se encuentra situado en la parte final de Puerto Calero, justo en el lugar donde termina la carretera y se accede al amplio aparcamiento posterior. Llegar en coche es fácil ya que hay acceso por la urbanización hasta el mismo puerto deportivo. Luego, aparcarlo es también sencillo ya que cuenta con muchos sitios cercanos. La dirección del sitio es:

Dirección: Urbanización Puerto Calero – 35571 – Yaiza – Lanzarote – Islas Canarias

Teléfono: 928 519 644

Web: http://www.restauranteamura.com/

Ambiente

El acceso al restaurante se realiza a través de su amplia terraza donde abundan las maderas blancas en los principales elementos así como en las grandes sombrillas que cubren la misma. Nos gustó mucho la iluminación con luces indirectas que permiten disfrutar mucho de la velada. Si hiciera un poco de frío pueden prender las estufas de gas y así se puede seguir disfrutando de la terraza.

La decoración tiene un cierto toque colonial y resulta bastante elegante. Las mesas son amplias y cuentan con una correcta separación entre sí. Nosotros  tenemos varias fotos de lugar. Una pena que  la web oficial del restaurante no cuente con una buena galería de fotografías que demuestren su bonita puesta en escena.

Carta

La carta de platos cuenta con diez entradas, aproximadamente, entre las que podemos encontrar algunas ensaladas, platos de verduras, salmón ahumado de la zona, foie gras y alguna pasta (todas ellas sobre los 10 /15 euros). Entre los segundos, varios arroces, unos cinco platos de carne y otros tanto de pescados.  También cuenta con un menú degustación con varias medias raciones por 48 euros por persona.  Probablemente será la mejor forma de recorrer la carta de platos aunque no fue nuestra apuesta en esta primera visita.

La web no ofrece la carta de platos.  Sin embargo, nosotros tenemos varios fotos de la carta con sus precios así como de todos los platos que tomamos. Mirar más abajo en la zona de Multimedia para acceder a todas las fotos de este artículo.

Nuestra experiencia

Lo primero que nos llamó la atención fue la ausencia de dos platos de la carta que realmente nos apetecían por lo que la llegada no se puede considerar demasiado acertada. Fuimos a cenar en pleno puente de Diciembre y no pudimos probar ni el Salmón ahumado de Uga ni el Magret de pato con puré de cebollas rojas. Realmente extraño que haya dos ausencias en la carta del tipo de las anteriores.

Comenzamos con un aperitivo que consistió en una sencilla Crema de patatas con hongos, que no era nada del otro mundo. Entre los primeros, elegimos el Tartar de aguacates con langostinos, aceite dulce de soja y naranja. Un plato fresco, rico en el que destaca el tartar ya que no deja indiferente:

Peor estaban las Croquetas de cherne que nos ofrecieron fuera de carta, algo pastosas y con una presentación poco atractiva.

De segundo, nos decidimos por la Pechuga de pollo de corral con salteado de pimientos del Bierzo y crema espumosa de maíz. Realmente historiado el nombre para una sencilla pechuga de pollo fileteada pero no podemos negar que nos gustó bastante ya que la salsa está muy conseguida.

Y terminamos los segundos con otro plato fuera de carta, la Sama con rissoto mezclado con hongos y espárrago triguero, quizás el plato que más nos gustó, especialmente por la salsa de setas que complementó al sabroso pescado local, de corte similar a la lubina.

La carta de postres es amplia ya que supera la decena de platos. Cuentan con helados, sorbetes, degustación de quesos y alguno más elaborado donde estacan: milhojas de hojaldre con praliné de avellanas, el gazpacho de frutas y el brioche caramelizado. Nosotros, siguiendo nuestras preferencias habituales apostamos por el Postre de chocolate con matices de café y vainilla que llegó a la mesa con una buena presentación. Muy bueno, sin duda aunque se echa de menos un toque de chocolate caliente por encima.

Resumiendo, no nos entusiasmó la comida pero hubo platos que superaron la media la zona. Quizás le falte bastante para convertirse en algo más de lo que es pero el ambiente y la comida permiten disfrutar de una velada muy recomendable.

Bodega

La Bodega sigue la tónica de la mayoría de los restaurantes de la isla. Cuenta con excesivo peso en Riberas y Riojas y es poco equilibrada en tipos de uvas y aromas diferentes. Además, nos pareció bastante cara. Fuera de carta, nos ofrecieron un vino de Madrid que lo describieron como “sorprendente” a pesar de la procedencia. No pudimos contener una pequeña sonrisa cuando nos enteramos que se referían al más que consolidado Tagonius (ver post aquí). Por cierto, a un precio desproporcionado ya que rozaba los 30 euros. Nosotros elegimos un buen Somontano, el Viñas del Vero Gran Vos quizás nuestro favorito en la zona por su magnífica relación calidad/precio. Sin embargo en este caso, el precio dobla su coste habitual (28 euros). De nuevo, curioso el detalle de que lo decanten sin preguntar tal y como sucede en muchos  restaurantes de la isla.

Sobremesa

Durante toda la cena sonaba una tranquila música de fondo a modo de baladas que se complementaba perfectamente con el agradable clima a pesar de estar en el mes de diciembre. Como única ginebra Premium nos ofrecieron Hendricks y prepararon el Gin-tonic de forma sencilla, en copa de balón. En ningún momento meten prisa por levantarse y se puede disfrutar mucho del ambiente. Una pena que estuviera el restaurante casi vacío pero las mesas que hubo, pudimos disfrutar de una larga sobremesa.

Servicio

Correcto, sin presionar y pendientes de lo necesario. No había demasiado personal pero tampoco era necesario. Los platos llegaron bien de tiempo y toda la actitud fue muy buena.

Precio

Aproximadamente, ronda los 50/60 euros en una cena como la descrita, con vino y copa incluida. El vino encarece un poco el coste por lo que podría bajar de 50 euros sin excesivos problemas. Es un precio correcto en la línea de los otros restaurantes que visitamos en la isla: Almacen de la Sal (ver post aquí) y La Casa Roja (ver post aquí).

Conclusión

En general, la cena estuvo bien aunque no se sale de la línea de los anteriores restaurantes ya comentados en Playablanca. Quizás la terraza está algo mejor puesta (va en gustos) pero la cocina no ofrece nada muy diferente por lo que merezca la pena tal desplazamiento. Dado que nosotros estábamos alojados en Playablanca, tuvimos que coger un taxi que tardó 25 minutos (35 euros por trayecto) y en este caso no es recomendable la visita. Obviamente, si estuviéramos alojados en la zona sería otra cuestión

Por último, os recomendamos también la lectura del artículo publicado en el blog Gourmet de Provincias donde se ofrece una interesante crítica del lugar (ver post aquí).

Multimedia

Fotos

Todas las fotos, junto con las que hicimos del restaurante, se pueden ver aquí, en nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil encontrar la información os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (naialor –aquí-, monthy –aquí- y marylebone – aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. En cualquier caso, el álbum de Amura está – aquí -.

Acceso a fotografías

• Galería de fotos del Restaurante: Pincha Aquí
• Grupo Rincones Secretos en Flickr: Pincha aquí
• Galería personal de monthy: Pincha aquí.
• Galería personal de marylebone: Pincha aquí.
• Galería personal de naialor: Pincha aquí.