Alborada – La Coruña (España)
Septiembre 6, 2010 by marylebone
Categoría España, España, España, Especiales, Galicia, Restaurantes, Restaurantes Románticos, Restaurantes con Salones Reservados, Restaurantes con Steak Tartare, Resto de España
Llevábamos tiempo oyendo hablar y bien de Alborada, un restaurante de cocina gallega moderna, relativamente reciente en la ciudad de La Coruña. Muy apreciado por dos referentes para nuestro blog – nuestros amigos Pantagruel Supongo (ver aquí uno de sus posts sobre el restaurante) y Melvin (ver aquí uno de sus posts sobre el restaurante) – Alborada es el restaurante que comanda el chef Luis Veira, y la apuesta principal de un grupo que cuenta adicionalmente con otros 2 establecimientos en la ciudad, eso sí, de menor postín que el protagonista de nuestro post. En concreto Alborada se encuentra situado en un edificio del paseo marítimo con vistas diáfanas del mar y no muy lejano a la Torre de Hércules. El ambiente es bastante selecto y cuenta con un comedor espacioso con una zona principal y distintos reservados, lo que lo hace un sitio perfecto para una comida o cena de grupo, tanto de amigos como de trabajo. El precio, alto para lo que es la ciudad de La Coruña, pero acorde con el precio y con el servicio ofrecido.
Localización
Como mencionábamos anteriormente, el restaurante se ubica en pleno paseo marítimo, una vez pasada la zona del Castillo de San Antón, la Comandancia de Marina y el área de Orillamar-San Amaro, entre otros. Justo antes de llegar a la Torre de Hércules se ubica el restaurante Alborada. Su dirección exacta es la siguiente:
Dirección: Paseo Marítimo Alcalde Francisco Vázquez, 25 – 15001 La Coruña
Teléfono: +34 981 929 201
Web: http://restaurantesalborada.com/
Ambiente
Nos habían descrito el restaurante como un edificio en el paseo marítimo perfectamente visible desde el exterior, particularmente de noche, destacando las luces de su interior en una zona donde la luz brilla – valga la redundancia – casi por su ausencia cuando cae la tarde. Se trata de un local bastante grande con una cristalera con vistas, en primer lugar, al paseo marítimo y, en última instancia, al Océano Atlántico.
Una vez dentro el local se abre en distintos espacios, con un comedor principal a mano derecha y distintos comedores de menor tamaño, alguno de ellos reservado, a mano izquierda.
El local está decorado de una manera moderna pero sin tampoco llegar a ser un restaurante de diseño con mobiliario funcional. Predomina el buen gusto y la preferencia por la comodidad del cliente.
Las mesas son de distintos tamaños y formas, guardando espacio considerable entre ellas por lo que el ambiente es el propicio para mantener una conversación de manera íntima, con poco ruido general o de mesas cercanas.
La clientela es bastante elegante y destaca la clientela ejecutiva en las comidas entre semana, siendo en el resto de ocasiones, mezcla de esta última y grupos de amigos, familiares o parejas que escogen Alborada por su comida, fundamentalmente, pero también por su ambiente tranquilo y romántico.
Carta
Hablar de las opciones en carta de Alborada es hacerlo del menú degustación por un lado y de la carta en sí por el otro. El primero, disponible para comidas y cenas, es una correcta selección de entrantes, principales y postres disponibles en la carta convencional.
La carta, corta a nuestro modesto entender en cuanto a principales se refiere, destaca por unos entrantes variados. Uno se puede encontrar ensaladas de distintos tipos, croquetas de distintos sabores, foie al Pedro Ximénez, un Jamón Joselito de una excelente calidad o anchoas de primera, entre otros. La verdad es que destacan por variedad y número.
Los principales, en cuanto a número, son más limitados. Entre los pescados, bacalao al pil-pil, merluza al horno o el posteriormente mencionado San Martiño son algunas de las opciones. En las carnes, distintos cortes de buey y ternera, cochinillo o el steak tartare son las opciones.
Adicionalmente algún plato adicional como la delicatessen de huevos de la que luego hablaremos.
Por último, los postres, todos ellos caseros, fundamentalmente combinación de tartas y helados artesanales.
Nuestra experiencia
Acompañados por unos amigos que ya lo conocían celebramos recientemente una cena para 4 en Alborada un sábado por la noche con el restaurante lleno en tres cuartas partes.
Después de un aperitivo gentileza de la casa a base de empanada, comenzamos la cena con 2 entrantes para compartir. Por una parte escogimos croquetas de marisco con patatas paja, la verdad es que bastante buenas, tocando a 2 por cabeza.
Adicionalmente y siguiendo con los entrantes, berberechos con arroz caldoso, servido en raciones individuales, una mezcla que resultó especialmente destacable por su originalidad y, fundamentalmente, por su sabor.
Como principales, hubo de todo un poco. Por una parte un San Martiño al horno, pescado, por otra parte, bastante habitual en la oferta de restaurantes de la ciudad.
Siguiendo con los productos del mar, las vieiras servidas con una parrillada de verduras y champiñones destacan por su tamaño y lo abundante de la ración.
Rompiendo un poco con lo clásico de una cena de verano en Galicia, otro de los comensales escogió el cochinillo, igualmente reseñable.
Por último, un plato que nos sorprendió: huevos rotos con cigalas, patatas jamón y aceite de trufa. La mezcla resulta espectacular pero la cantidad del plato nos pareció un poco escasa.
Los postres, todos caseros, de los cuales nos quedamos con los helados, mezcla de chocolate, queso y canela, dentro de un variado de sabores de lo más original.
Adicionalmente y para acompañar a los cafés – no tomamos ningún licor o combinado – nos sirvieron unos petit fours, gentileza de la casa.
Bodega
Destaca la bodega de Alborada por su variedad de caldos nacionales, en especial gallegos, de Rioja y de Ribera del Duero, la buena variedad en cavas y champagnes y, por último, los vinos dulces de postre.
Adicionalmente cuenta con una buena variedad de licores y otros alcoholes de mayor graduación.
En nuestro caso cenamos con un vino de Rioja, el cual, siendo sinceros nos gustó pero quizás no lo suficiente como para quedarnos con su nombre.
Sobremesa
Lo que sí nos pareció el restaurante es un buen lugar para la sobremesa. Su ambiente tranquilo, su falta de ruido y la amabilidad del servicio, hacen que uno piense en alargar la visita a Alborada lo más posible, acompañada o no de alguno de los variados licores y combinados que uno puede elegir en el local.
Servicio
Correcto y amable. Ningún pero al servicio sin tampoco destacar por su excelencia. Mejor quizás el jefe de sala, atento y paciente, que los camareros, a veces un poco dubitativos con las distintas peticiones.
Precio
Con vino el precio por persona se sitúa en los € 50-55 por persona. El menú degustación es ligeramente más caro pero, todo sea dicho de paso, nos quedamos con los ganas de probarlo en una posterior ocasión.
Conclusión
Sí nos pareció un restaurante para catalogarlo, como nuestros amigos Melvin y Pantagruel Supongo, de los primeros de la clase en la ciudad de La Coruña y alrededores, quizás no tanto como el primero de la lista. Por comida, por ambiente, por ubicación y por otros factores lo es. El pero quizás es lo corto de su carta, algo que esperamos que se palie con una rotación de la misma según temporada. Esperamos volver así que os mantendremos al tanto!!
Multimedia
Fotos
Todas las fotos de Alborada se pueden ver aquí, en nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil encontrar la información os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (naialor –aquí-, monthy –aquí- y marylebone – aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. En cualquier caso, el álbum de Alborada está – aquí -.
- Galería de fotos de Alborada: Pincha Aquí
- Grupo Rincones Secretos en Flickr: Pincha aquí
- Galería personal de monthy: Pincha aquí.
- Galería personal de marylebone: Pincha aquí.
- Galería personal de naialor: Pincha aquí.
Hola, me alegro de que os gustara. Sí tengo que decir que, aunque la carta no es extensa, hay bastante rotación en la misma: vamos, que se puede ir cada pocos meses sin sentir que se repite todo; Luis va innovando platos, aunque mantenga algunos de sus clásicos, como son los huevos rotos con cigalas.
Un saludo,
Gracias Melvin y perdona por el retraso.
Volveremos esta Navidad. A nosotros personalmente nos gustó y mucho el concepto y la comida.
Saludos,
Marylebone
La noche del pasado sábado día 4 de junio de 2.011, invitado por un matrimonio amigo y en compañía de mi mujer, acudimos a cenar al Restaurante Alborada. De entrada todo muy bien, bonito y acogedor. Nos atendieron inmediatamente y a partir de aquí empezaron las sorpresas desagradables, sobre todo para un restaurante de este nivel. La “carta muy justita” y tras solicitar tres de los entrantes para compartir como primer plato, el responsable de la sala (al menos por la pinta), nos propone traerlos emplatados de manera individual para que resultase mas cómodo. El resultado final de estos entrantes, es que nos cobraron cuatro raciones (una por comensal), de los tres tipos de entrantes que pedimos para compartir. Ya no voy a entrar en las cantidades de comida de los mismos, pues sabes que cuando acudes a un restaurante de este tipo, todo será mas bien escaso, pero no se puede “robar” de una manera tan descarada al cliente, multiplicando por cuatro el precio de los entrantes, al ofrecerte servirlos de manera independiente. Para seguir contabilizando puntos negativos, se dio la circunstancia de que yo personalmente pedí unos salmonetes desespinados, los cuales estaban absolutamente crudos y duros como chicle, siendo lo mas parecido a la comida Japonesa que vi en un restaurante no Japonés. Como es evidente, quedaron en el plato y a la hora de recoger la mesa el camarero, ni la más mínima pregunta del motivo por el que no se había comido el pescado, lo cual, en un restaurante de este nivel, me parece bochornoso, pues hablamos del “ABC” de la restauración. Eso si, lo cobraron puntualmente a precio de oro. Añadiría por último, que servicio fue muy lento entre plato y plato y sobre todo a la hora del café, pues nos los ofrecieron tomar cuando ya hartos de esperar habíamos pedido la cuenta. En resumen, un restaurante que pretende ser de alta escuela, pero que “atraca” a sus clientes de manera barriobajera valiéndose de lenguajes sibilinos, que no pregunta por los platos servidos en condiciones lamentables, pero que a la hora de cobrar… “NO SE LO RECOMIENDO A NADIE”. Tontos si, pero tanto no.
Hola Juan Antonio,
Gracias por tu comentario. Obviamente, vuestra experiencia estuvo en las antípodas de la nuestra.
A nosotros Alborada nos pareció una apuesta por una cocina distinta y ahí están los premios y galardones para corrobarlo. Esperemos que no estén echando por tierra su más que merecido reconocimiento y que experiencias como la tuya no se repitan.
Saludos,
Marylebone