Casino de Tormes – Salamanca
Noviembre 13, 2009 by javi
Categoría Castilla León
La historia de Salamanca es extremadamente rica e interesante: varias veces conquistada por los sarracenos y reconquistada por los cristianos, y varias veces dejada en el olvido. Repoblada en distintas ocasiones por gentes de diferentes orígenes, no será hasta el año 1218 cuando el rey Alfonso IX de León fundara la universidad, hecho clave para el desarrollo futuro de la ciudad.
Tras siglos posteriores de crecimiento, Salamanca se ha convertido hoy en uno de los destinos más interesantes para todo tipo de escapadas. El casco histórico representa un lugar esplendido para caminar. Las facultades se mezclan con monumentos que admirar por dentro y por fuera, como la impertérrita catedral, o la bella plaza mayor, tanto de día, como iluminada de noche.
La visita a la catedral, que recomiendo, nos permite entrar dentro, pero a 15 metros del suelo, por un balcón que recorre todo el ancho del edificio, y va a parar a unas terrazas exteriores a media altura en la fachada. Aparte de las vistas, si vamos de noche y la iluminación está encendida, poco más tengo que decir.
La ciudad nos ofrece una oferta sorprendentemente extensa de hoteles, extensa en cuanto al número de establecimientos, como a calidad y precio de los mismos, que abarcan todo el abanico. La relación calidad/precio de los hoteles es muy superior a la media: es posible encontrar hoteles en los que estar muy a gusto, a precios muy interesantes.
Cabe destacar aquí el Hotel Doña Brígida, a las afueras de Salamanca. Afueras que para un habitante de una ciudad más o menos grande serian los adentros, pero aun así no podemos ir caminando al centro. Este hotel creado con una oferta de golf y SPA, suele ofrecer precios muy asequibles por unas habitaciones bastante bien acondicionadas: camas king-size, tarima que da un ambiente calido. El SPA está demasiado anticuado, aunque la piscina climatizada lo arregla en parte. La gastronomía del hotel es muy interesante, tanto para comer como para cenar. Un consejo, las juniors y las suites no merecen especialmente la pena comparadas con las dobles estándar, supongo que por eso la diferencia en precio tampoco es muy elevada.
El Meliá Las Claras, el AC Palacio de San Esteban, dos NHs muy bien cuidados completan un panorama repleto de hoteles de calidad donde muchas de las grandes cadenas están representadas.
Hace unos años nació en Salamanca un bello Hotel con Casino, el Casino del Tormes, justo en la ribera del río, a 2 minutos andando de la Catedral de la ciudad.
Lo cierto es que el hotel nació con unas aspiraciones que le venían grandes, con unos precios que se han reducido casi en dos tercios: aunque muy cómodas y bien dispuestas, las habitaciones son demasiado pequeñas para aguantar precios altos, en una ciudad con tan buena oferta hotelera. Hasta hace poco se resistían a bajar el precio si llamábamos por teléfono, pero en cambio se podía encontrar la oferta en cualquier página de reservas on-line
Y todo este rollo, porque lo merece, para introducir uno de los restaurantes donde más he conseguido disfrutar de una velada. En muchos otros lugares de Salamanca, la gastronomía es excelente, pero el Restaurante del Casino del Tormes, suma otros elementos que le dotan de un encanto especial.
El marco, para empezar, es difícilmente imitable. Aunque el complejo entero no tiene muchos años, la arquitectura respeta a la perfección el estilo del casco antiguo tanto por fuera como por dentro, creando unas estancias agradables y muy acogedoras, a la vez que bonitas para el sentido de la vista.
La entrada del restaurante, está casi encima del río: si andamos unos metros hacia el, podemos encontrarnos prácticamente encima del agua. En ese lugar de la ciudad, el río Tormes es especialmente ancho. De noche, la estampa es de foto, con un puente cercano reflejado en el agua.
Al lado de la entrada del restaurante, tenemos la puerta de un pequeño museo, de lo que había antes en ese mismo lugar: un molino harinero que se nutria de la fuerza de las aguas del río. No exagero cuando escribo que nos encontramos casi encima del agua.
Tras un hall con barra, donde podemos tomar un aperitivo viendo el final del partido, entramos en el comedor donde la decoración mezcla elementos modernos, lo que consigue una estancia que en primer lugar transmite tranquilidad. Bueno, eso y que nunca que he ido había muchas mesas ocupadas de las 100 plazas que existen, algo que realmente me cuesta bastante comprender.
El servicio ha cambiado en varias ocasiones, pero siempre ha estado a la altura. Las mesas, enormes, las sillas cómodas, la iluminación la correcta y un hilo musical de fondo.
La carta ha ido cambiando, y continuamente han intentado apostar por platos de siempre con toques que los diferencian. Recuerdo el solomillo con salsa de trompetas de la muerte, por favor volved a incluirlo en el menú.
El protocolo de la cena es el que no ha cambiado: una copa de cava rosado de aperitivo y una degustación, últimamente, un gazpacho de fresón.
La cena suele empezar por un abundante plato de jamón que siempre ha sido de buena calidad, acompañado de pan tostado, con aceite, tomate frotado y un puntito casi imperceptible de ajo.
Para compartir o como plato principal, un arroz con queso crema y carabineros es una de las estrellas de la carta.
Otras opciones también interesantes como espárragos con vieras o langostinos en ensalada hacen que no nos apetezca mirar más allá de los entrantes.
La carta de pescados es atractiva, pero reconozco que siempre hemos tirado hacia el lado de la carne. Los secretos de ibérico son un plato exquisito y contundente, el entrecote de buena calidad, y normalmente suelen tener cordero preparado de manera innovadora.
Las raciones suelen ser extremadamente generosas y todos los platos vienen muy bien presentados, con guarniciones muy apetecibles como es el caso de unas mini-manzanas asadas que acompañan el secreto.
La carta de vinos peca de ser poco atrevida: los Pesqueras, Emilios Moros y Marqueses varios de siempre y una representación de vinos de Somontano y demás poco extravagante, conforman una carta que se completa con unos cavas quizá algo más curiosos.
Siempre soy de la opinión que los restaurantes de una zona deben ofertar vinos de la zona, otros que los conocidos. La pena es que en todo Castilla y León existen muy buenos vinos a muy buenos precios pero poco conocidos. Aunque como siempre entiendo que el problema de la rotación dificulta crear una carta excitante de caldos. Incluso aquí nos ha ocurrido pedir las referencias menos conocidas de la carta y, o no haber, o estar en mal estado.
Avanza la cena y avanza este artículo, y el servicio es inmejorable, muy atento, nuestras copas de vino y de agua no se secan nunca. El protocolo de servir los platos, la amabilidad, un servicio a la altura de los mejores lugares.
Los postres… también suelen cambiar con asiduidad. Pero siempre encontramos un buen plato de chocolates varios, algún medio sorbete medio cóctel de fruta, o tarta de magnifico sabor acompañadas de helados artesanales.
Y todo esto, si no añadimos a la suma el precio del viaje a Salamanca, por un precio más que razonable de 50-60 € por persona. Claro que hay truco, y este se materializa en la copa de invitación en el casino que nos dan junto con la cuenta. Casino que se encuentra cruzando el hall de entrada al restaurante y detrás de una puerta.
El casino merece la pena verlo. La sala de juegos es pequeña, pero muy muy bonita y acogedora y la verdad es que dan ganas de tomarse la copa a la vez que jugamos a la pelotita o las cartas, allá cada uno…
En Salamanca podemos encontrar otros muchos restaurantes donde poder comer y cenar especialmente bien, que seguro serán objeto de otros artículos. Y como no mencionar la pobladísima vida nocturna que podemos encontrar sobre todo los fines de semana, aunque también los días de diario, que es lo que realmente yo voy buscando, todo el resto, no es mas que una excusa, que ya podéis utilizar todos..
Este Casino es imponente, elegante, de lujo.
Y el lugar donde se ha ubicado, Salamanca, una ciudad para disfrutar; no solo por lugares como este, sino tambien, por otros sitios turisticos que hacen que sea un destino clasico cuando uno visita Europa.
Un nuevo Blogger???
Llevo tiempo intentando ir a este Casino y aun no he tenido la oportunidad, pero iré…
Gracias por el comentario Javi!!!
si la idea es ir de marcha y a jugar al casino, pero hay que decir que se va a ver Salamanca que es precioso, y a cenar bien en un restaurante estupendo…. donde casualmente pared con pared hay un casino.