Restaurante El Ancla- Marbella

Se encuentra situado a unos 10 km del centro de Marbella en dirección a Estepona, en la zona de influencia de Guadalmina. Si la primera vez se va por la noche, no es demasiado fácil encontrarlo. Según venimos de Marbella, hay que pasar Puerto Banús y las primeras rotondas de San Pedro y luego girar a la izquierda en dirección al mar. Lo mejor es llegar en coche ya que cuenta con un amplio aparcamiento.

El restaurante es un auténtico clásico de Marbella para el que no pasa el tiempo. Sigue fiel a su filosofía basada en producto, producto y más producto. Los propietarios conocen a su clientela y saben bien lo que buscan en el Ancla. Se esfuerzan cada día por ofrecer una materia prima de calidad, a unos precios bien ajustados. Se encuentra cerca del Bora Bora, otro de los grandes chiringuitos de la zona.

El Ancla no es sólo un restaurante al uso. Su privilegiada situación al borde del mar, permite cenar escuchando el ruido de las olas en un ambiente informal y muy agradable. Es uno de esos sitios difíciles de catalogar ya que es adecuado tanto para una cena romántica en pareja como para una salida en grupo de amigos. En el ambiente, tan pronto nos encontramos con gente muy arreglada (menos frecuente) como otros que prefieren vestirse más cómodos.

Y eso que sólo hablamos de la noche porque durante el día se convierte en el típico Club de playa (Beach Club). Cuenta con una gran piscina de agua salada, servicio de alquiler de hamacas y sombrillas así como el correspondiente servicio de snack bar. Por un precio que rondaba los 10 euros/hamaca (hace varios años que no vamos pero me suena que estaba por ahí más o menos) se puede pasar un buen día de playa.

A nosotros nos gusta más llamar chiringuitos de calidad a este tipo de restaurantes pero en el sentido amplio de la palabra. Lugares bien atendidos, donde se come muy bien y que suelen tener un gran ambiente diurno y nocturno.

La decoración interior es sencilla e informal. Las mesas son amplias y no están demasiado pegadas entre sí. Cuenta con una terraza semicubierta que permite ser utilizada casi todo el año. También poseen varios salones interiores para organizar reuniones o determinados eventos. Al entrar, nada más pasar la zona de la piscina, el gran mostrador de pescados y mariscos nos da siempre la bienvenida.

En el Ancla no nos vamos a encontrar una cocina muy elaborada. Suele haber algunas sugerencias interesantes donde se intenta dar algo de valor añadido pero no es el objetivo primordial. Quien va a un lugar así, sabe lo que quiere y no es otra cosa que materia prima de calidad. Es un gran lugar para tomar buen pescaíto frito, arroces, pescados al horno o a la sal, mariscos e incluso algún plato de carne.

La carta de platos cuenta con numerosas propuestas de todo tipo. Siempre recomendamos dejarse aconsejar por los camareros ya que saben bien cuál es el mejor producto que tienen cada día. En la lonja no siempre se encuentra la misma calidad. Tenemos varios fotos del lugar, de los platos y de la carta con sus precios aquí, en nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil de encontrar os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (naialor -aqui-, monthypm -aquí- y marylebone -aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. En cualquier caso, el álbum de El Ancla está - aquí -.

En nuestra reciente visita elegimos una cena más bien ligera, a base de una Ensaladita de pimientos, un par de fritos, Bienmesabe y Puntillitas y unas Chuletitas de cordero. Una cena sencilla de las que siempre apetece después de comidas copiosas.

Sin embargo, los platos que más recomendamos son los Arroces y los Pescados a la sal. Los hacen francamente bien y merecen mucho la pena. Luego hay algunos que siempre están ricos como las coquinas, concha fina, boquerones, acedías o incluso los chanquetes de la huerta (verduritas). Entre los pescados del día, cuando tienen Urta o Voraz no dejéis de valorarlos como opciones muy interesantes.

Respecto a los postres, menos opciones interesantes. Sin duda, la espectacular Bomba de chocolate caliente con helado de vainilla y ligero toque de menta es la mejor opción.

La sobremesa es muy agradable y se puede alargar tanto como se quiera. Cuentan con una limitada oferta de destilados y no son los mejores a la hora de preparar combinados. En este tema ha evolucionado poco o nada en los últimos años.

El servicio es muy bueno, de los que se podría catalogar como “de toda la vida”. Trabajan con simpatía, mucha cercanía y rapidez. Aconsejan bien los platos del día y son un ejemplo para muchos otros lugares con aires más modernos.

La carta de vinos está francamente bien. Es cierto que no es demasiado extensa pero cuenta con un buen equilibrio entre los diferentes tipos de vino. Por poner alguna pega, se centra demasiado en Riberas y Riojas pero están muy bien seleccionados. Lo que más destaca es la buen relación calidad/precio. Por poner un ejemplo, en nuestra visita, pedimos un vino maravilloso, de los que más nos gustan de nuestra geografía, el Remírez de Ganuza (ver post aquí) por 32 euros.

En cuanto al precio, no es un sitio caro. Es difícil poner un precio medio ya que depende mucho de lo que se vaya a comer o cenar. Tenemos fotografiada la carta completa en nuestra galería de fotos de flickr que os decíamos anteriormente. Para tener una idea de precios, lo mejor es echarla un vistazo. En tema de mariscos, es uno de los sitios que más nos gustan de la zona pero la calidad del marisco implica una importante subida de costes.

En definitiva, uno de los sitios que hay que conocer de Marbella. Dependiendo del plan de cada uno se puede ir a unas horas u otras, con unas personas u otras pero vamos a salir satisfechos, casi con toda seguridad.

Valoración Global – 9/10