Boi Preto – Salvador de Bahía (Brasil)

Ahora que el tiempo empeora dramáticamente en Europa es hora de plantearse saltar el charco y darse un baño de sol y agua en condiciones. Brasil y más concretamente Salvador de Bahía, así como las pequeñas islas y localidades que la rodean, son un destino óptimo. Comentada ya en nuestro artículo referente al Carnaval de la ciudad (ver aquí nuestro artículo sobre el Carnaval de Salvador de Bahía), se trata de una ciudad con un rico pasado colonial y que rebosa de felicidad y ganas de pasarlo bien, sobre todo en su primavera y verano (nuestro otoño e invierno). Dejando de lado el contexto, el Boi Preto es una cadena de restaurantes estilo “churrascaria” que vende el mismo concepto por todo Brasil.

Un menú a base de más de 80 platos, incluyendo buffet y con énfasis en la carne, lo hace distinto a cualquier otra opción en restaurante. De los más caros y mejor considerados en la ciudad, una visita a Boi Preto es un “must”.

Localización de Boi Preto

El restaurante se encuentra ubicado en las inmediaciones del “Aeroclube” de la localidad, frente al mar y no lejano del Centro de Convenciones de Salvador. Si bien apartado del centro, un taxi al restaurante no lleva más de 10 minutos del centro al mismo.

La dirección exacta es:

Dirección: Avenida Otávio Mangabeira, s/n – 41706690 Salvador de Bahía (Brasil)

Teléfono: +71 3362 8844 / +71 33711429

Web: http://www.churrascariaboipreto.com.br/

Ambiente de Boi Preto

Lejos de la mayor concentración de edificaciones de todo tipo en el centro de Salvador, el área donde se ubica el restaurante es bastante diáfana, con vistas al mar, dando una imagen de mayor amplitud y tranquilidad.

Se trata de un local bastante grande, moderno y perfectamente acondicionado. Cuenta con un espacio central a modo de comedor y distintos espacios separados, lo cual lo hace perfecto para comidas o cenas de grupo.

Gran parte de la estancia lo ocupan las distintas opciones que componen el buffet, agrupados por tipo de comida – entrantes, ensaladas, quesos y embutidos, mariscos y pescados, postres – y bebida, con una barra de bebidas alcohólicas ad-hoc.

Sin embargo, las dimensiones del local son óptimas, haciendo que en ningún caso el local de la impresión de agobiante pese a la cantidad ingente de comida de la que uno dispone en el buffet.

Carta de Boi Preto

La opción que vende Boi Preto es clara: un menú buffet seguido de numerosos tipos de carne que se ofrecen mesa a mesa. Para hacer más fácil la experiencia el precio incluye todo lo que uno pueda comer, excluyendo bebidas y postres, los cuales se pagan al margen.

Suena raro contar que este tipo de opción en restauración – tipo “rodizio” – sea de las top de la ciudad pero así es Brasil, en particular Salvador, y así es Boi Preto.

Dejamos para el siguiente apartado la descripción de la carta ya que, en este caso y por las características del restaurante, la experiencia es lo más relevante.

Nuestra experiencia en Boi Preto

En el contexto de una comida de grupo – quizás cuando mayor “jugo” se saca a Boi Preto – conocimos el restaurante.

Empieza la experiencia con el buffet, dividido en distintas categorías, frías y calientes. La verdad es que no hay nada que uno eche en falta, desde todos los tipos de pan que pueda imaginar a embutidos y quesos variados pasando por los pescados y mariscos, quizás la estrella del buffet.

Empezamos con unas ensaladas variadas y un poco de embutido y queso para “desengrasar” un poco loso excesos de días anteriores  y no forzar demasiado el estómago, reservándolo para la carne, la estrella del lugar.

Los postres precisamente son el colofón al homenaje y, si bien fuera del precio del buffet, se presentan en un carro para facilitar la elección.

Sin embargo la estrella de la experiencia es la carne. Hasta 20 cortes se ofrecen en la mesa por una legión de camareros que vienen y vuelven una y otra vez, ofreciendo repetir o probar nuevas carnes. Pollo, cordero, ternera, buey y un largo etcétera de cortes de carne de distintos animales.

Obvia decir que la estrella es la picanha, de las mejores que hemos probado nunca, la cual, al igual que el resto, se cortan en el acto por los camareros, una experiencia de lo más curiosa.

Nuestra recomendación es ser selectivo con la carne, exigente con el tipo de preparación – carne más o menos hecha – y dejar un hueco para los postres y digestivos.

Bodega de Boi Preto

Sorprende que al margen de toda la comida que se ofrece en Boi Preto, también la bebida sea uno de sus fuertes, en especial sus vinos y destilados.

En cuanto a vino, con decir que cuenta con casi 900 referencias está dicho todo, incluyendo vinos latinoamericanos – Argentina y Chile fundamentalmente – pero también californianos, australianos y europeos en general.

Los destilados y demás bebidas merecen un carro aparte a donde uno se dirige para pedir que el “barman” prepare los combinados y donde las caipirinhas y caipiroskas se llevan la palma.

Sobremesa en Boi Preto

Uno de los puntos fuertes de Boi Preto es la sobremesa, particularmente cuando de un grupo amplio de personas se trata. Como comentábamos anteriormente la comida es quizás lo preferible ya que, idealmente, Boi Preto es para disfrutarlo largo y tendido, sin ninguna prisa por acabar de comer o de extender la tarde lo que haga falta.

Esa tranquilidad “bahiana” es la que el concepto del local transmite, un sitio relajado donde comer hasta no poder más y luego disfrutar relajadamente de unos tragos entre amigos.

Servicio de Boi Preto

El servicio es muy atento – a veces demasiado – y el  único pero es que puede resultar demasiado atosigante, básicamente por la cantidad de comida que se ofrece. Pero, tratándose de un restaurante de este tipo es algo inherente al mismo. 

Precio de Boi Preto

El precio del buffet, carnes incluidas, al cambio, se va a los  € 30 por persona, con lo que, añadiendo vino, postre y bebidas, se puede ir fácil a los € 50 por persona. Claramente Boi Preto se sitúa en el rango alto de la ciudad pero a buen seguro el precio esta justificado.

Conclusión

No lo repetiremos ya más pero una visita a Boi Preto o a Fogo de Chao – otra de las “churrascarias” de referencia en la ciudad – es obligada si uno va a Salvador en cualquier época del año. 

 Siendo como son cadenas, presentes en Brasil y Estados Unidos, no conocemos el resto de locales pero sí es cierto que han sabido conservar el concepto y los estándares de calidad de materia prima con los que en su día nacieron. Que así sigan!!