Hotel El Pontifical – Santos de la Humosa (Madrid)

El mundo de las escapadas rurales reconozco que es un gran desconocido para mi. Haciendo una búsqueda sencilla en Internet, nos podemos encontrar con un abanico amplio de oferta, desde lo más barato y sencillo, hasta propuestas muy sofisticadas, lujosas y caras.

Algo que puede llegar a chocar para los no iniciados como yo, es el hecho de pagar una habitación a precio de hotel de 5 estrellas, y que no existan servicios como servicio de habitaciones 24 horas (ni 12h incluso), nadie en recepción a partir de ciertas horas mas tempranas que tardias, un proceso de reservas rudimentario, un contacto difícil. Servicios disponibles en cualquier hotel incluso de 3 o 4 estrellas. Se entiende fácilmente, ya que la mayoría de hoteles rurales son pequeños negocios, gestionados y atendidos generalmente por los dueños. Aunque comprensible, a veces es complicado adaptarse.

Con todo lo dicho, el pontifical ha excedido mis expectaciones en lo que a este tipo de alojamientos se refiere, ahora os cuento los detalles.

Localización

En la comarca de Alcalá, a unos 44 kms por la nacional 2, se encuentran Los Santos de la Humosa. Poco más de 2.000 habitantes, viven en un lugar bien conocido entre los aficionados a los karts, por la presencia de uno de los mejores circuitos, según he podido escuchar.

Mas por desconocimiento, que por saberlo a ciencia cierta, me temo que el interés turístico de la zona, sin mencionar Alcalá por supuesto que se queda unos kilómetros atrás, es algo escaso. Si unimos la cercanía a Madrid, hacen de El Pontifical un lugar idóneo para una escapada rápida, fácil y lujosa desde la capital y alrededores.

La dirección es C/ Pontifical , esquina a C/ Rio Henares. (junto a la Iglesia de San Pedro y la Plaza del Ayuntamiento.). Hacedme caso, es fácil de encontrar nada mas entrar al pueblo. Aunque al hotel le falta algun cartel para identificarlo, teneis las fotos de ayuda.

Télefono: Tel: 91 884 9234 – 608 224330

Web: http://www.elpontifical.com

Decoración

Para aparcar, hay que rodear el  hotel, por una calle que hace cuesta algo empinada, hasta llegar a un pequeño parking de tierra.

Al entrar por la primera puerta que nos encontramos, la de abajo, nos encontramos con un bonito bar, flanqueado por una barra, bajo unas escaleras que suben a un comedor.

Al final del bar, encontramos una pequeña cueva, con las paredes blancas e iluminadas, donde se suceden varias mesas en varios niveles hacia abajo. La decoración mezcla un ambiente muy moderno en cuanto a materiales de construcción y mobiliario, a la vez claro, acogedor y amplio. No es que sea un lugar excesivamente grande, pero el arquitecto o/y el interiorista hicieron un gran trabajo para crear un lugar muy apetecible.

En el piso de arriba nos encontramos un comedor dividido en dos, supongo que por la ley anti tabaco. Con mesas bien vestidas, y el ambiente agradable descrito, apetece bastante sentarse, la próxima vez sin falta.

Otro piso más arriba, se encuentran las habitaciones. Una angosta recepción, que da paso a un angosto y corto pasillo, todo de madera, donde se encuentran las pocas habitaciones, muy pocas, con las que cuenta el hotel.

Habitación (nuestra experiencia)

Solo puedo hablar de la suite, que según la descripción y las fotos, se diferencia de las demás por el tamaño, algún mueble de mas, y el baño, que cuenta con ducha de obra y bañera de hidromasaje, que no jacuzzi. Es muy diferente, y no deberían llamar así a este tipo de bañeras para no llevar a confusión.

La habitación, que no es una suite como tal con estancias separadas, sorprende al entrar. La tónica decorativa continua, creando una estancia realmente agradable. A la vez moderna y nueva, pero con un toque rustico, con la madera de suelos, puertas y muebles. La TV plana, quizá algo pequeña.

El baño es también de alta calidad. A las amenities no les falta detalle. A la izquierda, una amplia ducha de obra, o de lluvia como la llaman, y a la izquierda el hidromasaje. La foto del baño, para cuando vuelva a conocer el menú del restaurante.

Desde la pequeña ventana de al lado del escritorio, o desde la grande, las vistas son impresionantes. Todo lo que se ve, se traduce en calma y silencio a cualquier hora del día.

Servicios

Amabilidad ante todo, lejos de la profesionalidad enlatada de otros establecimientos, pero igualmente, o incluso mas, apreciable. Pocos son los trabajadores, pocos pero buenos. Servicio de habitaciones, si existe, mientras haya gente trabajando. Por la noche, cuando yo estuve que no debía ser de gran afluencia de clientes, era difícil a partir de cierta hora entrar y salir, e imposible pedir absolutamente nada ya que los clientes éramos los únicos moradores del lugar.

A esto me refería en la introducción. A esto y a otros detalles como el late check-out que en pequeños establecimientos se hace muy difícil, tanto por el numero de habitaciones, como por los servicios de limpieza, contratados para ciertas horas.

Aunque la verdad es que aquí puede que no se haga del todo necesario, ya que en Santos de la Humosa hay que hacerlo muy adrede el acostarse tarde.

Sin duda, no estoy criticando El Pontifical en los párrafos anteriores, como comentaba antes, son atributos intrínsecos al concepto de establecimiento. Quizá sea una oportunidad de negocio el darles una vuelta? Lo dejo para la reflexión.

Precio

El tarifario es sencillo,entre 80 € y 150€ el fin de semana, o entre 55 € y 100 € el resto. Existen 4 tipos de habitaciones, supongo que cada una casi única en su especie. En mi opinión, un precio realmente atractivo porque lo que recibimos a cambio es lujo en cuanto a instalaciones.

Conclusión

Puedo afirmar al 100% que la experiencia en El Pontifical ha sido totalmente satisfactoria. Lo puedo demostrar diciendo que es un lugar que recomiendo conocer y al que volveré.

Seria muy grato que otros muchos hoteles en España y fuera tuvieran unos estándares de calidad tan altos como este, sobre todo, en cuanto a instalaciones básicas, como son las habitaciones.