Hotel Soneva Gili – Maldivas
Febrero 22, 2008 by marylebone
Categoría Hoteles, Hoteles con Grandes Spa's, Hoteles con encanto, Maldivas, Resto del Mundo, Resto del mundo
Hotel: Soneva Gili- *****
Dirección: Lankanfushi Island; North Male Atoll – Maldivas
Teléfono: + 960 664 0304
Web: http:// www.sixsenses.com/soneva-gili/
Hablar del Soneva Gili es hablar, posiblemente, de uno de los mejores hoteles del mundo en un sitio, al margen, tan paradisíaco como son las Maldivas. No le falta ni un solo detalle a este hotel de la cadena Six Senses, desde la llegada hasta la salida del mismo, todo en un marco distinto, empezando por el primer contacto con el hotel.
Tal y como comentábamos en nuestro artículo sobre Maldivas, la llegada a la isla que acoge el aeropuerto del archipiélago es de lo más curioso. Una vez recogidas las maletas el personal de los hoteles aguarda a los turistas para llevarlos a los distintos hoteles. En nuestro caso, el desplazamiento al Soneva Gili se realizó en barco, un barco en el que, al margen de la tripulación, se encontraba personal del hotel y algún que otro cliente llegado al tiempo que nosotros. Uno puede empezar a intuir el ambiente de relajación y sofisticación del hotel ya en el mismo barco. Para empezar se depositan los zapatos en una bolsa cuyo título lo explica todo por si mismo, “No news, no shoes”, y durante la travesía – en nuestro caso preciosa, de noche, bajo la luz de las estrellas – se ofrecen todo tipo de atenciones.
El trayecto es corto – unos 20 minutos – y a la llegada al pantalán que da acceso a la isla donde se ubica parte del hotel, el director del mismo espera para dar bienvenida a los huéspedes. Desde ese momento se asigna a una persona denominada “Viernes”, como el mítico personaje de “Robinson Crusoe”, encargada de cualquier atención que el huésped pueda desear. Es dicha persona la encargada de transportar a los clientes, en pequeños coches de golf, a sus alojamientos.
El hotel cuenta con una parte principal en la isla con distintas construcciones, de entre las que destacan la zona de restaurante – bar, la biblioteca, la zona de actividades acuáticas, una boutique, la piscina, la playa y, adicionalmente, parte de los 44 alojamientos de la isla, aquellos denominados villas, en tierra firme. El resto de alojamientos se dividen entre aquellos sobre el mar, a modo de cabañas de madera, unidos a la isla por un pantalán, y 7 exclusivos alojamientos en el mar, denominados “Robinson Crusoe”, por su única posibilidad de comunicación con tierra vía barco.
En nuestro caso optamos por una cabaña sobre el mar pero conectada a la zona de tierra por el pantalán. El medio de desplazamiento en la isla es a pie o bien en bicicleta, tardándose únicamente 10 minutos en recorrerla de un lado al otro. La cabaña gozaba de una privacidad total y no le faltaba detalle. Dividida en dos plantas y una zona exterior a modo de solarium y con acceso al mar, se trataba de un alojamiento de unos 80-90 metros cuadrados.
Muy similar a otras del estilo – si bien alguna cabaña gozaba de gimnasio y baño turco en su interior – la planta a ras de pantalan contaba con una estancia principal a modo de salón, amplia, con mesas, sillones, nevera, etc.; la habitación principal, única zona de la cabaña con aire acondicionado y amparada por ventanas; la zona de vestidor y cuarto de baño, esta última totalmente al aire libre y con vidrieras que permitían ver el fondo marino; la zona del solarium, con dos tumbonas y acceso mediante escalera al mar. Por ultimo, la planta superior, también dotada de sillones, una cama y mesas y sillas.
Dada la excepcionalidad de la cabaña se pasa mucho tiempo en la misma si bien no se deben obviar las ventajas que otorga un hotel como el Soneva Gili. Para empezar, su zona de piscina y playa, más frecuentada durante las tardes, en donde la atención es constante, al margen de ser una opción ideal para pasar el atardecer; igualmente, su pista de tenis, de hierba, única atracción deportiva del complejo al margen de los deportes acuáticos y el gimnasio anexo al spa. Por ultimo, todas las actividades, innumerables, que se proponen, para hacer el día lo más placentero posible.
En cuanto a las actividades, un poco de todo: opciones acuáticas – vela, buceo, snorkling -, pesca – diurna y nocturna – visitas a otras islas y a la capital, Male y muchas otras a gusto del cliente. Destacar, sin embargo, por el propio archipiélago en si, el buceo y el snorkling, experiencia única debido a la diversidad del fondo marino: coral, mantas, tortugas y miles de especies de peces de distintos colores.
Respecto a las opciones de restauración, empecemos por el desayuno, un brunch absolutamente espectacular en el que no falta detalle (destacar sus zumos y frutas), servido en la zona de restauración al aire libre, cercana a la playa; la comida, quizás la comida más desestructurada dependiendo de las actividades por las que se opte, servida en la cabaña o en la zona de comedor-restaurante; la merienda, normalmente fruta y bebidas, servidas en la zona de piscina – playa durante la tarde; y por último, la cena, una experiencia distinta cada día ya que va rotando por especialidades, más bien centradas en los múltiples pescados y mariscos locales aunque con unos fijos, como su amplia variedad de quesos, patés, etc. Para esta última, siempre disponible la zona de restaurante con menú a la carta, el cual puede ser también servido en la propia cabaña. Mencionar, sin duda, la amplísima variedad de vinos, en especial franceses, de la cave del hotel, la cual puede ser visitada para facilitar la decisión sobre por que vino optar.
En nuestro caso nos decantamos por la media pensión, incluyendo desayuno y cena, que se nos antoja lo más adecuado debido al ritmo de la vida en la isla. Un gran detalle del hotel fue, en este aspecto, la recepción y despedida del hotel. La primera, a nuestra llegada tardía al hotel, una cena servida en la propia cabaña, incluyendo embutidos, ensaladas y champagne; la despedida, una cena en la zona de la playa, en una especie de mesa enterrada en la arena, con velas alrededor. Toda una experiencia.
Por último, hablar de un gran aliciente, uno más, del hotel: el spa. Situado en una cabaña conectada por un pantalán, en uno de los extremos de la isla, el spa es una auténtica delicia. Un remanso de paz y una variedad de tratamientos inigualable, eso si, bastante caros, a partir de $ 80. Pero bien que los vale…Además el hotel regala a cada cliente 30 minutos gratis en el spa.
El gimnasio anexo, gratuito, cuenta con diversas maquinas para ejercitarse, baño turco y sauna.
Finalmente, lo peor de todo, si bien merecido: el precio. Los mismos oscilan entre los $ 900 y los $ 1.500, dependiendo del alojamiento escogido.
Conclusión:
Que se puede decir del Soneva Gili que no se haya dicho ya? Si uno puede permitírselo, bien en una luna de miel o en un viaje en pareja (el hotel se componía exclusivamente de parejas, sin niños, lo cual era un aliciente más de tranquilidad) es una opción perfecta para pasar, eso si, 4 o 5 días de absoluta paz.
Nuestra estancia se enmarcó en un viaje de luna de miel y sin temor a equivocarnos fue una decisión de lo más acertada, desde nuestra llegada al hotel hasta nuestra despedida del mismo (incluyendo los delfines que se quisieron sumar a la misma).
Valoración – 10/10
Me gustaria hacer un viaje a maldivas, a este mismo hotel , cuanto os costo la estancia,??
Hola Gema,
Depende mucho de la temporada y del tipo de estancia (cabana en la isla, villa en el pantalan o villa en el medio del oceano) pero calcula que, de media, no debe bajar de los $ 700 por noche. De vez en cuando suelen hacer ofertas de noches gratis (3*2, 4*3, 7*5) pero hay que consultarlo con la propia cadena Six Senses.
Esperemos que os guste. A nosotros nos parecio lo mas similar al Paraiso en la Tierra.
Saludos,
Marylebone