Hotel Four Seasons Toronto – Canadá
El Four Seasons de Toronto es uno de los hoteles más lujosos de la ciudad y ha sido el preferido por muchos famosos para alojarse en las estancias en la capital canadiense. Robert de Niro siempre quiere descansar en una de sus suites durante el Festival Internacional de Cine de Toronto y no es el único que allí se siente feliz.
Se encuentra situado en Yorkville, uno de los barrios más chic de la ciudad. Durante los años 60 se daban cita en sus calles personas procedentes del mundo del arte así como hippies y personajes bohemios de diverso tipo. Poco a poco el barrio se ha ido convirtiendo en un lugar exclusivo con bonitas calles comerciales en las que se pueden encontrar buenos restaurantes, cafés, galerías de arte, boutiques de diseñadores de renombre así como modernos edificios y centros comerciales. Por cierto, el centro comercial Hazelton Lanes merece la pena ser visitado.
El Four Seasons está en mitad del barrio, enfrente del que probablemente es el hotel más lujoso de la ciudad en la actualidad, The Hazelton Hotel. Se sitúa sobre un rascacielos de 32 pisos que debió ser construido en los años 80. Quizás esta es la principal pega del hotel ya que no se trata de un edificio moderno y en diferentes rincones del mismo necesitaría alguna rehabilitación. Sin embargo, tanto el hotel como el Restaurante Truffles siguen recibiendo premios año tras año tanto por su servicio como por sus instalaciones.
La primera sensación del hotel es muy buena. Nosotros llegamos en un coche propio ya que lo acabábamos de alquilar en el aeropuerto. Como suele ser habitual en este tipo de hoteles, cuenta con un servicio llamado valet parking que no es otra cosa que un servicio de aparcamiento del vehículo previo pago de una tarifa que suele ser bastante elevada ($33/día). La ventaja es que te olvidas totalmente del coche nada más llegar al hotel y el precio no varía independientemente de que lo dejes una o mil veces. Cuando llegas, te lo aparcan ellos y cuando lo necesitas sólo tienes que avisar desde la habitación unos minutos antes de la partida.
La zona de vestíbulo en la entrada es amplia, con suelos de mármol y diferentes sillones y zonas de descanso. Mezcla decoración tradicional con toques modernos que se encuentran reflejados en varios detalles como por ejemplo, sus diferentes cuadros. La recepción propiamente dicha se encuentra a mano derecha junto a la zona de conserjería.
Si tuviéramos que destacar una alguna cosa por encima de las demás en este hotel, sin ninguna duda sería el servicio. Desde que te reciben el primer día con una generosa sonrisa hasta el momento de la salida, todos son ganas de agradar y de colaborar en todo lo necesario para una estancia cómoda. Cualquier petición es atendida con la máxima celeridad por lo que el recuerdo que nos ha quedado no puede ser mejor. Evidentemente, donde más y mejor se aprecia todo esto es en el servicio de conserjería donde el trato no puede ser mejor. Queremos destacar y agradecer desde aquí, la gran ayuda que nos proporcionó Georgina en todas nuestras dudas turísticas.
El hotel es grande, con 380 habitaciones que se clasifican básicamente en cuatro tipos según su tamaño y altura aunque habría que añadir las diferentes opciones existentes entre las grandes suites. Las más sencillas se llaman Moderate Room, Superior Room, Deluxe Room y tienen todas entre 30/35 m2 pero unas están en pisos más bajos y las otras en más altos por lo que la vista mejora ostensiblemente; luego están las Premium Room de 40 m2; siguen las Executive Suite, con 45 m2, y un pequeño salón; y finalmente, las Suites, con habitaciones independientes, bastante más amplias y muchos tipos diferentes que vienen bien explicados en la web original del hotel. Nosotros estuvimos alojados en una Tower Executive Suite de la que os mostramos un vídeo de la habitación que ocupamos:
La habitación estaba situada en el piso 24 y ofrecía unas vistas muy bonitas aunque no tuvimos la suerte de que diera al sur donde se puede admirar la CN Tower. Os recomendamos que si os decidís por este hotel lo pidáis al hacer la reserva. Tal y como habréis podido ver en el vídeo la habitación tenía un gran salón, con los muebles justos lo que permitía tener una sensación de ser muy espaciosa. Los muebles son un poco antiguos pero cuenta con varios detalles tecnológicos bastante modernos como es el caso de la dos televisiones de plasma (LG), el DVD, fax, conexión de red o la radio despertador a la que se puede incorporar el iPod. El suelo es de moqueta y la cama realmente cómoda. Nada más llegar, la persona que te acompaña a la habitación para enseñarte todo nos ofreció planchar cualquier prenda que tuviéramos arrugada del viaje. destacan la terraza y los baños, que cuentan con ducha y bañera separada pero tampoco sin ninguna maravilla. Lo peor es el baño ya que necesita una renovación urgente. Es muy pequeño, con tan sólo un lavabo y una ducha antigua que ni siquiera tiene un mango tipo teléfono.
Los servicios de restauración cuentan con un elegante restaurante muy famoso en la ciudad llamado Truffles; otro más informal donde se sirven desayunos, comidas y cenas llamado Studio Café y otro tipo lounge con vistas a la Avenida Yorkville llamado Avenue. Todo ello complementado por un muy agradable Lobby Bar situado frente a la recepción. Nosotros no probamos ninguno pero sí podemos hablar muy bien del desayuno que sirven en la habitación.
En cualquier caso, quizás es más recomendable desayunar en alguna de las bonitas cafeterías de los alrededores o incluso en un Starbucks que hay junto al hotel.
En muchos países tienen por costumbre llamar SPA a un pequeño gimnasio (health club) con un centro de estética y masajes. Precisamente este es el caso del Four Seasons de Toronto. Tiene gimnasio, jacuzzi y una piscina climatizada semicubierta, con parte exterior y parte interior que es bastante curiosa. Dentro de los vestuarios hay muchos detalles que se agradecen tipo albornoces, toallas de todos los tamaños, amplia oferta de jabones y champús y buenas duchas así como sauna en cada uno de ellos. Evidentemente, entrar en él no tiene coste.
Como otras instalaciones, destaca la completa oferta de salones para reuniones que lo hace muy propicio para celebraciones de congresos de empresas o similares. Están todos ellos en la tercera planta.
Probablemente el aspecto que más sobresale del hotel a nivel general es el personal que forma su plantilla. Desde el servicio de conserjería al personal de recepción, pasando por los aparcacoches y personal de la puerta principal o por el servicio de habitaciones. En general, es sobresaliente tanto por la simpatía como por los conocimientos técnicos que atesoran. Responden plenamente a la cultura del Grupo Four Seasons.
En cuanto al precio, es elevado pero lejano al precio medio que nos tiene acostumbrados los Four Seasons en otros lugares el mundo. Nosotros aprovechamos una oferta de la web y la habitación que elegimos salió por unos 250 euros/noche. Sin embargo, los precios de las habitaciones normales se situaban alrededor de los 180 euros/noche lo que nos parece un precio bastante adecuado a la relación calidad/precio del hotel. La reserva se puede efectuar a través de la web del Hotel donde se puede ver rápidamente las diferentes posibilidades de precio y tipo de habitaciones.
Hemos subido muchas fotos del Hotel aquí, nuestro mural de Rincones Secretos en Flickr. Si no es fácil de encontrar os recomendamos que visitéis nuestras galerías personales en Flickr (monthypm -aquí- y marylebone -aquí-) ya que está toda la información mejor organizada por carpetas. La carpeta del Four Seasons Toronto está aquí.
Valoración – 8/10
Hotel Four Seasons Toronto – *****
Dirección: 21 Avenue Road – Toronto – Ontario – Canada M5R 2G1
Teléfono: (416) 964-0411
Web: http://www.fourseasons.com/toronto/