Newton Bar – Berlín – Alemania

Abierto en el  año 1999,  frente a la plaza Gendarmenmarkt (la plaza en la que se encuentra la conocida Deutscher Dom (más sobre la Deutscher Dom en la Wikipedia, en inglés)), más concretamente en la calle Taubenstrake, se situa el precioso Newton Bar. El nombre lo recibe del afamado y controvertido fotógrafo Helmut Newton (”uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX que creóa un nuevo estilo propio en sus fotografías, repletas de glamour y seducción, donde predominan los desnudos femeninos y los tacones de aguja“, wikipedia dixit), cuyas fotos (de desnudos, obviamente) decoran las paredes.

Mientras me tomo mi manhatan (cóctel preferido y parámetro de calidad) veo trabajar a los barman’s que, aun que carentes de toda simpatía latina y cualquier posibilidad de diálogo, ofician  con impoluta profesionalidad, disparando a diestra y siniestra cócteles que van desde mi manhatan hasta el bloody mary, pasando por el gin fizz y el daiquiri.

Es un lugar íntimo con una interesante y amplia carta de cócteles separados por clásicos dependiendo de  su base alcohólica, y en los que también tienen cabida los de base de champagne.

El precio de los cócteles varia entre los 9  y 14 euros, aunque también hay combinados por litro por unos 60 euros y cócteles sin alcohol por 7 euros.

Dispone también de una amplia  selección de destilados en  la que destacan los whiskys : más de 100 referencias de todas las regiones escocesas y  de diferentes partes del mundo, como por ejemplo un Lammerlow (single malt) de New Zealand;  y rones ( más de 30 referencias) de las más variadas regiones; el resto de destilados  tampoco se quedan atrás.

La lista de  champagne , amplia en concordancia con la de destilados, está  bastante bien surtida ¡aunque se note demasiado el patrocinio de algunas marcas! (Pienso que gracias a este patrocinio se podrían haber ajustado más los precios). Dispone también de una pequeña selección de vinos en donde no falta, por supuesto, el riesling.

La música que ambienta el bar es un tanto comercial aunque no por eso menos buena; personalmente creo, y esto no lo digo supeditado por mi afición, que acompañaría mucho mejor  un poco de buen jazz , sobre todo teniendo en cuenta la decoración, mobiliario al mejor estilo art déco.

Es un lugar  de moda, que sabe  ganar su clientela con el buen hacer, y que sin lugar a duda va destinado a convertirse  en clásico de Berlín .

En definitiva, un lugar que bien vale la pena  visitar, con una segunda planta casi mejor que la primera y una terraza muy bien montada y calida, a pesar  del frío dominante.

-“¿disculpe, donde esta el baño?”
Me contesto con el exprime limones, y de reojo le replique : -”Ah! Otro manhatan…y sí , con bourbon!”