Jegue’s bar – Canoa Quebrada – Ceará – Brasil
Enero 11, 2010 by dieguito
Categoría Brasil, By Diego Cabrera
No pocos tienen la oportunidad de viajar a Brasil, pero no muchos visitan Canoa Quebrada, aunque vaya en aumento el turismo en la zona.
Este pequeño pueblito pesquero que se encuentra a unas 4 horas de autobús, por no muy buenas carreteras, desde Fortaleza, goza de la clásica calma del nordeste brasileño, y no hace mucho vivían prácticamente en el olvido, la luz llego hace tan solo 10 años y donde aun (sin ánimo de avivar a los ladrones porque no creo que tengan mucho para robar) se duerme con las puertas abiertas, cosa impensable para los que vivimos en las grandes ciudades.
La paz reinante se ve interrumpida en la época de carnaval, donde verdaderos aludes de personas invaden el pueblo. El resto del año no hay mucho para hacer más que charlar o pasear por la calle principal, escuchar algún concierto de música en directo, jugar al sinuca (pool) tomando una cerveza gelada o simplemente mirar un partido de futbol del Flamenco, si lo hubiera, en la tv del bar Traveller.
Pero a lo que vamos, por si fuera poco los espectaculares chiringuitos, dignos de buenos restaurantes, con su marisco fresco el cual se puede ver como lo traen recién pescado los jóvenes a cada momento y la espectacular reggae music , algunos afortunados podrán degustar los fantásticos batidos y caipirinhas del Jegue’s bar.
El Jegue’s bar (jegue significa burro en portugués) es una fantástica idea sobre todo si no se quiere caer en la rutina de trabajar cada día en el mismo lugar, un mini bar tirado por un burro, el burro bar! Atendido muy amable y simpáticamente, su dueño no para de hacer sus ya famosas mezclas y es considerado como una atracción turística más, y que a buen seguro saldrá en muchas de nuestras fotos de vacaciones. Pero claro no dependemos solo del buen clima, que lo hay todo el año, para poder sentarnos en su mini barra o su improvisada terraza que puede ser o bien la más grande o bien la más pequeña dependiendo la cantidad de reposeras que haya en ese lugar, si no también que ese día tenga ganas de pasarse por la playa que nosotros elegimos.
Un marco inmejorable, la playa de fondo, música reggae , un coctel espectacular de frutas exóticas, sin ninguna formalidad ni de ropa ni de ningún tipo, todo esto me hace dudar seriamente de montar el dieguitos bar , no sé, tirado por un poni por ej. Y así poder juntar mis dos pasiones, los viajes y la cocteleria, pero claro lo poco original de mi propuesta me hace desistir, aun que confieso que le seguiré dando vueltas, no se quizás algún día….